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20150119

Las hilarantes traducciones de audio de Youtube

En 2011 Youtube activó un sistema de subtítulos que traducen el audio de los videos. Julian Assange se presentaba en Londres acompañado de Rudolf Elmer, un banquero "antisistema" que amenazaba con hacer pública una lista de los mayores evasores de impuestos del mundo. Parecía interesante, pero al final resultó casi mejor que el show de Cruz y Raya. Los subtítulos eran surrealistas y desternillantes. Hice impresiones de pantalla: 
El banquero antisistema no se mordió la lengua al reconocer que estuvo un mes fumando trallos. Aquí lo tenemos: "Chocolate treinta días",
Tras lo cual le dieron muchas ganas de llorar: "Gimoteo".
Otro de los conferenciantes iba, digamos, un poco suelto : "Uh... esta mañana se cobrará las cuentas de lo que me pasó a mi te cagas.." Si, yo me cagaba de la risa.
"Babear" ... (¿?¿?¿?¿)
"Pepinillos éxito tangible autoridades fiscales" ...hallucinated little cucumbers ?¿?¿?
Y en esto llega Julian Assange, que los tiene buen puestos..¿qué? "los cojines"
"...se perdió una ciruela, si desea tener una pregunta eh... asignación" Vale si, pero no hace falta dramatizar. Los pepinillos también se pierden y no se quejan tanto.
"Uh... y gracias gatito". Vale, de nada. Miau.
"Semana para polla susceptibles...". Vale, ahora resulta que las "pollas" son susceptibles.
"..ropa para adultos también...". Sí, había un mercadillo al lao de donde hacían la conferencia.

En fin, no cabe duda que Youtube lo hacía con la mejor intención. Con posterioridad he visto programas de TV que salían muchísimo mejor traducidos. En TV las voces son más nítidas y están mejor ecualizadas. Esto, en cambio, era un acto en una sala con ruido y, seguramente, con algún cockney afónico entre los conferenciantes. 

20150111

Bon voyage, señora Francis

Querida Elena Francis. Este verano me han salido unos granitos en la sotabarba y tengo que llevar un pullover de cuello alto. Estoy desesperada... ¿que puedo hacer? ... Señora Elena Francis: Una compañera del trabajo se los ha puesto a su marido con un camionero que llevaba melones a Alicante... ¿Debo hablar? ¿Debo callar? ¿Se los pongo yo también? ... Etc. Etc. Este era el estólido contenido de las cartas que cientos de marujas residualmente formadas en el catecismo de la sección femenina del Movimiento y las novelas de Corin Tellado enviaban al consultorio femenino de la señora Francis (derecha) Todo el mundo sabía que la Francis era sólo una imagen de marketing, una proyección astral o una de esas fotos fantasmagóricas de la nave del misterio, pero aún así le seguían enviando cartas. El tonillo epistolar y la respuesta paternal de la Gurú eran un auténtico suplicio para mis oídos adolescentes. A la hora convenida, las marujas del trabajo vertían sus uñas esmaltadas sobre la radio y sin contemplaciones quitaban mi emisora de música heavy para poner el truño de programa de esta monja abismal. Yo odiaba a muerte a todas aquellas futuras matronas, ignorantes de sujetador blindado, que buscaban con ahínco un manolo español que les inseminara la matriz con un par de rorros de 5 kilos, no sin antes comprarles los muebles de cocina en el Tajo Inglés. Comenzaba el programa con Indian Summer una cancioncita cursi de de los años 30. Las voces gangosas que la interpretaban, parecían decir Sanders en lugar de Summer...". Yo me partía porque Sanders era el nombre de un pienso para animales que anunciaban por la tele y comenzaba a canturrear delante de ellas: "Sanders, yo también cómo Sanders", pero aquellas pelandruscas extrarradiales no entendían un humor tan corrosivo. ¿Para qué? De hecho, es un rasgo distintivo de los garrulos: las sutilezas no están al alcance de su minicerebro. En ese momento, comencé a odiar a aquellas futuras incubadoras de canis. Y por supuesto, a la zorra de la Señora Trancis.

La España de los 80's contempló la aparición de una juventud iconoclasta que cantaba canciones como Me gusta ser una zorra o El video que mató a la estrella de la radio (muy adecuado), una juventud que no estaba para consejos de belleza de la conferencia episcopal. Los temillas pop tocaban de lleno incluso a la propia Francis, con odiseas de mujeres frustradas y sus novios amuermados. Las fragonetas de correos que le llevaban la correspondencia a la Señora Trancis ya no iban tan llenas como antes. Incluso se comenzó a rumorear que la tipa en cuestión era en realidad... ¡¡un cura!! Sí, se llego a decir que todo el programa, de cabo a rabo, era obra de uno de esos tíos con falda que da consejos prematrimoniales y se hace llamar Margarett Astor en la intimidad. La señora Trancis había muerto. Snigg. (RIP + 1984 -aprox)

La verdad es como un cadáver en un lago: siempre acaba saliendo a flote. El programa no estaba escrito ni por la meretriz matriarcal de la foto de arriba ni por un fraile amante de la crema de pepino. No, el autor intelectual del truño era el "cronista taurino" Juan Soto Viñolo. Poco después de la prohibición de las corrridas en Catalunya anunció que abandonaba el país porque no podía soportar la vida sin contemplar machotes en leotardos matando toros. Por supuesto se trataba de puro chantaje moral, la típica añagaza hipócrita propia de la bajeza taurina. Se autoexiliaba al sur de Francia, donde podría seguir "disfrutando" de sus carnicerías favoritas, en una alegoría freudiana de quienes tuvieron que viajar a Perpignan, en los últimos compases del Francismo, para poder ver El último tango en París. Afortunadamente, la democracia ha puesto las cosas en su sitio. Hoy, la mantequilla es legal en Catalunya y las ejecuciones públicas de bovinos no lo son.

20150104

Una depiladora que revolucionará el mundo


Vale... Os preguntaréis... ¿que es este artilugio? Pues sus explico. Se trata de HairyOut, la primera depiladora de hidrógeno del mercado, fácilmente transportable porque va equipada con una útil mochila. Funciona por ultrasonidos. Es decir, el cacharro emite un gritito como el de los delfines, pero mucho más agudo. Los pelos se ponen de punta, encogen y salen disparaos del poro con folículo y todo. Además está dotada de un fax y tiene tarifa plana y todo. Por sólo US $150 os la podéis llevar a casa. Ya basta de ir por la calle con esa pinta de hombre-lobo. Otros métodos de depilación prometen lo imposible, pero sólo HairyOut es eficaz contra el vello. Llamad ahora al 902666666. De regalo, una réplica del bigote de Julián Muñoz. (Promoción válida sólo hasta el día 1 de julio de 1922 - Gastos de envio, propinas, sobornos y accesorios aparte)

20150101

La verdadera historia de la prima de Riesgo

Son muchos los que han oído hablar de la prima de Riesgo pero muy pocos conocen la historia de esta chica. Riesgo era un alegre muchacho de Cortijares de la Alcayata, provincia de ningún sitio, porque el pueblo no salía ni en los mapas. Su infancia transcurrió plácidamente entre cabras y ortigas hasta que un día conoció a su prima. Era una malvada mujer que ya el primer día le robó un álbum de cromos de futbolistas, en el que sólo faltaba el cromo de Emilio Butrageño. Riesgo no lo sabía, pero ese cromo nunca se había editado. De hecho, Butrageño nunca había existido. La colección no podía ser completada y en eso se basaba justamente el negocio. Riesgo estuvo comprando tigretones hasta los 25 años sin que el 'buitre' apareciera por ningún sitio. Para poder seguir comprando tigretones, al final tuvo que cederle los derechos del álbum a su prima, la cual le prestó algunos dineros para poder seguir financiando su vicio. Su prima entonces privatizó el álbum de cromos, el cual comenzó a cotizar en el mercado secundario. Riesgo entretanto había engordado 30 kilos con tanto tigretón y tuvo que pedir dinero una vez más porque se habia enterado de que el famoso cromo también salía en los bollycaos. Todo era una chisme de su malvada prima, que le había hecho creer que si gastaba mucho en tigretones y bollycaos conseguiría por fin el maldito cromo. Pero Riesgo enfermó con tanta bollería industrial y el kioskero del pueblo comenzó a desconfiar de él. Le debía 50 tigretones del mes pasado y aún seguía pidiendo más y más. Al final tuvo que refinanciar sus tigretones privatizando las cabras, el botijo y un manojo de ortigas. Las dificultades de Riesgo eran cada vez mayores porque a causa de esas privatizaciones sólo conseguía pagar los intereses de la deuda que había contraido con su prima y con el kiosquero. Había llegado el colapso financiero. Todos los buitres de la comarca se enteraron de su penuria y se acercaron a él para que les vendiera su cuerpo a cambio de bajarle los intereses y de un bollycao caducado. ¡Y le exigían el pago en Phoskitos!

Al final, exhausto, tuvo que privatizar su alma y vendérsela a Satanás. Era lo único que le quedaba. La prima, en cambio, salía en el Hola, se había comprado un Porsche y dos casas en Marbella. Riesgo murió al cabo de pocos años y entonces fue cuando editaron el cromo de Butrageño.