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20190920

¡Trabajemos en un espacio compartido!

Primero, se necesita un lema impactante. Algo así como Go Buy o Try Head. Un poco de inglés de mercadillo nunca va mal. Los hipsters siempre lo agradecen.

Seguidamente, has de demostrar que tú no eres un empresario tradicional, un tipo aburrido con traje gris y corbata. No, tú representas a una nueva generación de "emprendedores". Más o menos así:
Estos son Adam Neumann y Rebekah Paltrow [prima de la otra Paltrow], los inventores del coworking. La foto parece sacada del book que Robert Mapplethorpe le hizo a Patti Smith para su lanzamiento en 1975. 
¡Qué les pidan derechos de autor!

Así pues, una imagen de informalidad óptima es esencial. El público tiene que creer que tú eres un tipo que no sólo busca beneficios. No, tu ideal es el trabajo compartido, algo "comunitario". Un concepto de trabajo donde tu oficina es como el nirvana. La palabra "comunidad" debe ser repetida al menos en cada frase que digas.

Luego, empiezas a definir tu concepto de negocio. Es igual lo que sea, da lo mismo. Estar encerrado en una boutique vendiendo ropa infantil, pagando impuestos y facturas, no es lo tuyo. Tú has venido al mundo en plan Mesías. Lo tuyo es la economía de la imaginación. Te falta imaginarte que ganas mucho dinero y ¡flash! ganas mucho dinero. 

Dejado sentado este principio, te alías con un banco de nueva hornada que te permitirá acceder a esos suculentos créditos al -2% de tasa de interés. Felicidades. Ya puedes comprar unos cuantos edificios y convertirlos en oficinas totalmente equipadas separadas por unos biombos. Bueno, quien dice unos biombos, dice unas pantallas metacrilato o el más vulgar pladur. Y, sobre todo, con un office con cafetera y un barril de cerveza.
¿Es esto una oficina? No, es coworking, jajaja!!!

Todo el mundo sabe que eso es un negocio ruinoso, incluido tú. Pero tu idea no es vivir del coworking de los coj..., sino de la IMAGEN. Has inventado la palabra abracadabra: WeWork!

A partir de ahora, las oficinas con fax, router, sillas inteligentes, espacios de relax, alojamiento en la nube, accesos con huella digital, potus en las estanterías y toda la mandanga te importan un bledo. Lo que tu vendes es... Wework, un concepto que otros emprendedores hipsters captan como si se les hubiera implantado en el cerebelo cuando todavía eran un feto. 

Para ello te gastas infinidad de millones en publicidad en Instagram y otras plataformas para hipsters que viven en la nube del "emprendimiento". También contratas a cientos de relaciones públicas para que anuncien la buena nueva del coworking al mundo entero. 

El verbo sagrado WeWork resuena en el aire como si Jehová mismo lo hiciera retumbar entre las nubes. 

Tu concepto del dinero imaginativo no acaba con el hecho de imaginarte que ganas mucha pasta. Además, te inventas un concepto de contabilidad en la que los gastos son denominados como ingresos. El servicio de auditorías para amiguetes hace factible que tu empresa sea valorada en 14 millones de dólares. ¡Ay!, que digo, 14.000 millones de dólares. 

Una vez que el diario El País declara a tu cosa como un éxito empresarial sin precedentes [SIC] [ver el vergonzoso artículo] es el momento de anunciar tu OPV [salida a bolsa], apoyado por todos los grandes buitres bancarios, que se han subido al carro de tu "éxito". 

O sea: el coworking no es más que la enésima estafa piramidal de este sistema económico enfermo. 

Pese a que mucha gente pueda considerar que esto es muy original, no lo es. Si veis el documental ENRON, LOS TIPOS QUE ESTAFARON A AMÉRICA, podréis ver que este tipo de alucinación de negocios que no se basa en nada honrado hace mucho que se inventó.

ZERO HEDGE: La propia FED afirma que el "modelo de negocios" que representa WeWork supone un riesgo sistémico para la economía estadounidense, luego del mundo entero.

"[...]con más de $ 47 mil millones en obligaciones de arrendamiento, WeWork ya es uno de los arrendatarios más grandes del mundo [...] una hazaña sorprendente para un proveedor de "espacio de oficina flexible" fundado hace menos de una década [...] sangra dinero en efectivo, y no planea ser rentable en el corto plazo ". Como señaló Bloomberg recientemente, "cualquiera que esté considerando comprar acciones en la OPV de WeWork no puede ignorar el hecho de que la compañía tendrá que encontrar $ 47 mil millones de algún lugar en los próximos años para cumplir con sus obligaciones contractuales, incluidos unos $ 10 mil millones en los próximos cinco años". En este momento, sus propios flujos de caja muy negativos [...]".

NOTA 1: Os recomiendo leer esta página. Es una web anarcocapitalista [para nada de izquierdas] Pero no hay nada mejor para enterarse de cositas como ésta.

NOTA 2: Todos los protagonistas de esta historia son judíos. Adam Neumann es israelí y dice que sacó su concepto del trabajo en "comunidad" tras vivir en un kibutz [SIC] Rebekah Paltrow, su mujer, y prima de la famosa actriz, es nieta de un rabino lituano que emigró a los EEUU a finales del siglo XIX. Patti Smith también es judía. Robert Mapplethorpe también lo era. Murió en 1989 de sida. 

NOTA 3: La prima de la señora Neumann, pese a su aspecto cándido, es una pájara de consideración.  Próximamente...

NOTA 4: No os creáis que estas historias son ajenas a nosotros. Hasta en el último pueblo de mierda de la provincia más perdida hay una oficina donde ofrecen el cogollorking este.
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Actualización 25/9/2019: Apenas 5 días después de escrito este artículo, Adam Neumann ha sido despedido como CEO de WeWork.