Me encontrado así por casualidad una supernoticia en la que el diseñador barcelonés Custo Dalmau presenta sus últimas aberraciones en la pasarela de turno. No es que le tenga más manía a este que a cualquier otro modisto, pero es que francamente esto es horrible:
1.Grupo de gladiadoras supervixensss
2. Mantel de picnic y cortina Bocaccio psychedelic flash
Pero vamos a ver, señor Custo... ¿usted que pretende? Si yo fuera una mujer antes preferiría vestirme con un saco de patatas. Si usted se cree que esas modelos fluorescentes que parecen monigotes de cera que han cobrado vida son algo chic y superflowers se equivoca. Ya me lo dijo mi abuelo hace años. Eso de la moda es una martingala para gente que se cree elevada sobre el vulgo, que trata desesperadamente de aparentar que son algo. Superfluo, vacío e irrelevante. La belleza natural y espontánea no puede ser sustituída por las apariencias. Y encima al tío le hacen una entrevista para que explique "su obra maestra".