20110211

España no es Egipto (aquí todo va bien)

Con las imágenes de la "revolución" egipcia que transmiten las televisiones todavía en la retina, uno se pregunta si es Egipto el único país donde tendría que haber movilizaciones masivas. De hecho, los "medios de comunicación" quieren transmitir la idea -así lo ha hecho el canal 3/24- de que los países del Magreb sufren ese tipo de convulsiones porque en su atraso cultural llegan tarde a los "procesos democráticos" que muchos otros países ya hicimos en su momento. Es decir, que no hay motivo alguno para que en un país "civilizado" como el nuestro la gente salga a la calle de forma masiva. Mubarak era un dictador y nuestros políticos en cambio no lo son. Mubarak torturaba opositores mientras que aquí no se tortura a nadie, excepto a los toros. Por culpa de Mubarak el paro en Egipto había crecido de forma escandalosa mientras el precio de los alimentos básicos se disparaba. Mubarak es un ladrón y tenía 80.000 millones en cuentas suízas que rápidamente han sido inmovilizados. En resumen, una forma de transmitirle a la opinión pública de Occidente que una revolución sólo se hace cuando se alcanzan circunstancias extremas.
La plaza Tahrir en España: todos con La Roja y a beber un ratito

Pero ahora veamos lo que está ocurriendo en este original país llamado España. El PP y el P"SO"E son un partido único y conforman una dictadura manejada por el FMI, el BM, el BCE y la OCDE. No hay otra política posible que no sea la de Herr Merkel (que aunque disimule es un tío con bigote), es decir, rebajar todo aquello que sea rebajable para que las clases acomodadas sigan ganando dinero. En España el paro se ha duplicado, pero eso no es porque haya una dictadura; es un problema "estructural". En España el precio de los alimentos también se ha disparado, pero el pan de molde sigue al mismo precio. Lo que si ha subido, y no poco, son el agua, el gas y la electricidad, tres facturas que forman una parte importante del presupuesto familiar. Y también han subido el IVA el único impuesto que pagamos todos. Todo lo que no sea meterle mano a los intangibles beneficios de algunos, es bueno para España. Los españoles, que no somos egipcios, oiga, tenemos una estupenda reforma laboral gracias a la cual nos pueden despedir en cualquier momento. Sólo es necesario que Rappel anticipe que una empresa va a tener pérdidas para que el españolito se vaya a la calle con 20 días de indemnización. El españolito está por lo general arruinado o subsiste como puede. Y por si eso fuera poco, gracias a las magníficas reformas de las pensiones el españolito del futuro tendrá que contabilizar 38.5 años de cotización con contratos de 4 meses a tiempo parcial para llegar a cobrar algo que se parezca a una "pensión".

Y mientras tanto observamos noticias como que todas las empresas del Ibex y los grandes bancos -si, los que piden "recortes"- obtienen beneficios año sí y año también, que los grandes directivos de esas empresas cobran primas e indemnizaciones por despido estratosféricas, que los políticos se jubilan con pensiones también de las capas altas de la atmósfera, que a dos expresidentes del gobierno los contratan como asesores con sueldos que usted y yo tardaríamos medio siglo en ganar o que los ejecutivos de entidades que han tenido que ser rescatadas con dinero público se reparten "primas" de hasta 2.5 millones de euros por la jeta. Eso si, eh!, aquí no hay nadie como Mubarak que tenga unos milloncejos en cuentas suizas o de la Isla del Money. Que va, para nada. Y desde luego, como no hay ninguna plaza Tahrir (¿para qué, si ya existe el Mercadona?) no hay motivo alguno para protestar.