20110307

La tauromaquia podría tener su origen en el consumo de hongos alucinógenos

La Tauromafia siempre se ha jactado de que su "harte" proviene de muy antiguo. Tanto, que se remonta al momento mismo de las pinturas rupestres. Destacan esos hintelertuale que la aparición de cornúpetos en esas estampas supone de facto una demostración palpable de la intención de torear existente en la Hispania primitiva. Lo raro es que junto a la imagen del toro en la roca no se vea la figura de un homínido calzado con manoletinas.

Que los hombres primitivos pintaran toros, cabras, lobos, serpientes o ratoncitos es normal. La vida cotidiana de nuestros ancestros giraba en torno a cazar o ser cazado. No obstante, según leo en Público.es, las pinturas de toros estampados en la roca van acompañadas de la presencia de unos extraños filamentos que los investigadores identifican como... setas alucinógenas.
Según un estudio realizado en las pinturas del panel de Selva Pascuala (Villar del Humo, Cuenca), que conserva pinturas rupestres postpaleolíticas, incluirían representaciones de la Psilocybe hispanica, una especie que crece en regiones próximas.

Ahora lo comprendo todo. Siempre he pensado que la tauromaquia no es más que una alucinación sin sentido dentro de la mente en desorden de un obnibulado prehistórico, y este trascendental descubrimiento es la prueba de ello. Recordemos que no una, sino muchas veces, los taurinos afirman que su "tradición" está arraigada en Spain desde el mismo momento en que un hombre primitivo pintó un toro en la pared de su cueva. Al margen de que eso es una chorrada catedralicia, uno no puede dejar de pensar si acaso el uso inmoderado de champiñones lisérgicos puede conducir al ser humano a meterse papeles de diario en el paquete y llevar medias de color rosa.

A ver si la antropología moderna nos aclara este intrincado enigma de una vez.