A través de la inmensa hemeroteca de La Vanguardia compruebo que a principios de los 60's (hace justamente 50 años) la tecnología de impresión de las rotativas de los diarios no tenía suficiente capacidad para estampar fotografías con una resolución mínimamente digna, es decir, sin que se vieran los puntos. De modo que la práctica totalidad de la publicidad impresa en los medios en esos años se basaba en dibujos, en muchos casos adornados con tramas. Esta técnica, que puede parecer rudimentaria, no deja de ser pintoresca porque en algunos casos el dibujante convertía la publicidad en arte, cosa que hoy en día, a pesar de los eficientes medios tecnológicos, se da en muy pocas ocasiones.Esta es la primera entrega, basada en anuncios capturados de las páginas auténticas del diario La Vanguardia, en ediciones de los años 1959, 1960 y 1961. Sólo un apunte: dicha publicidad deja entrever que el papel de la mujer en aquella época era claramente secundario y que muchas veces aparecía incluso con tintes peyorativos. La mujer era un objeto decorativo con el que el hombre lucía aún más (como se puede ver en este anuncio del reloj Dogma de 1959) o sencillamente una trabajadora del hogar.
Programa musical de la Cadena Ser (1961)
Sabena, líneas aéreas (1960)
Anuncio aparato de radio para coche (1960)
Colgate (1961)
Anuncio de un aditivo para el motor de coche (1961)
Agua Fontenova (1961) Adelgazaba, eso es claro...