Si doña Hilaria ya era divertida cuando narraba cómo habían liberado Libia, el nuevo Secretario de Estado Norteamericano, John Kerry, como Woody Woodpecker, promete risas y diversión a raudales. La noticia que aparece hoy en todos los medios es que este señor, de visita a una república centroasiática, se inventó un país llamado Kirjazastán, que creo que queda por aquí:
No contento con ello, según informa Argenpress, enmendó el error con un discurso intelectual según el cual “en América, uno tiene el derecho a ser estúpido si así lo quiere…”. La "democracia" norteamericana protege todos los derechos humanos, como podemos ver.
Desde luego Kerry es un tipo muy completo. En su biografía se destacan varios hechos que confirman que el nuevo Secretario de Estado ejerce su derecho a la estupidez por todo lo alto. Primero, hay que ser tremendamente inútil para presentarse a unas elecciones y perder contra George W. Bush, como ocurrió en 2004. Segundo, resulta que este tipo "apadrinó" al propio Bush en su ingreso en la sociedad hortero-satánica Skull & Bones en la Universidad de Yale. Esto viene a demostrar que ni demócratas ni republicanos: son todos los mismos y salen del mismo agujero. Tercero, se jacta de las medallas que ganó en Vietnam, cuando cualquiera que participó voluntariamente en esa guerra debería callarse, muerto de vergüenza. Y cuarto: está casado con Teresa Heinz, multimillonaria heredera del imperio del ketchup Heinz. Que le vayan a explicar a este tipo con qué untan sus campañas electorales. Es sencillamente hilarante.
Por supuesto, pensar que Kerry o Bush son imbéciles es subestimarles. Yo tengo la teoría de que los dirigentes de los EEUU cometen deslices voluntarios para parecer idiotas. Pero eso, lejos de desacreditarles, hace aumentar su cota de popularidad. La gran masa de norteamérica es esencialmente estúpida, envenenada por gilipolleces como la superbowl, así que inventándose países o saliendo por TV con un moratón en la cara, diciendo que ha estado a punto de morir por culpa de una galleta salada, lejos de mermar su imagen les hace populares. La masa amorfa se da cuenta de que es uno de los suyos, un estúpido ignorante de la misma calaña. Representar un rato el papel de Homer Simpson.puede llevar directamente a la Presidencia.
Hace meses vi un video de George W. Bush en una conferencia de prensa. Desgraciadamente no lo he podido encontrar. En dicho video, Jorgito le pega un repaso a una periodista que le estaba incordiando con un tema fiscal supercomplicado con una respuesta contundente y apabullante. El George W. Bush que se ve en ese video no es el imbécil que todos conocemos. Si lo encuentro lo linkaré.
Así que mucho cuidado con pensar que esta gente son estúpidos e ignorantes. No lo son en absoluto.