20130412

El onésimo mandamiento

Desde México llegaron hace tiempo informaciones sobre este singular y pintoresco personaje. Es un malvado que se sitúa muy por encima de Skeletor, Gargamel o el Doctor Infierno. Estamos hablando del que fue obispo del estado de Ecatepec, Onésimo Cepeda, un tipo que, como vamos a ver, reune en su seno más carne consubstancial que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo juntos. Ninguna imaginación en el mundo, ni siquiera la más onanista y fecunda, sería capaz de concebir el enorme poder de este individuo. En México la corrupción campa a sus anchas sin ningún tipo de control y los predadores de Nuestro Señor encuentran terreno abonado para todo tipo de inclinaciones aberrantes y contrarias a la fe de Cristo. Entre otras, la afición satánica por matar vacas a puñaladas.

Es un hecho axiomático aceptado que allí donde hay corridas de toros el cortijismo made in Spain tiende a crecer de manera exponencial. Toros, negocios, proxenetismo, política, drogas, finanzas, sexo, inmuebles, obras de arte y el más grotesco catolicismo cañí sólo pueden conducir a la encarnación del Corpus Christi Corruptus, un estado de la conciencia iluminada en el que se consigue estar más allá del bien y del mal. Leyendo artículos sobre este hombre de Dios, uno encuentra elementos para echarse a reír sin freno. La hagiografía oficial de don Onésimo dice que "siempre se ha distinguido por su alegría, además de ser una persona bohemia que se caracterizó por ser cantante y novillero". Exacto, es un misterio saber por qué decidió meterse a cura, cuando podría haber sido un camello proxeneta vestido de luces. Otros, sin embargo, no opinan tan bien de él: "Yo fui compañero de estudios (...) del controversial obispo Onesimo Cepeda (...) Su conducta siempre era un signo de interrogación (...) por su actitud soberbia, arrogante (...) no inspiraba vocacion al sacerdocio y mucho menos al obispado catolico". ¿Cómo que no? ¿Pero no es acaso don Onésimo un paradigma, justamente, de lo que siempre ha sido un obispo? No seamos ingenuos, por favor. De hecho, su carrera hacia el estrellato incluye itinerarios como la Portsmouth Prior School, Rhode Island, Estados Unidos de Norteamérica. Hey... ¿no es ahí donde se han dado más casos de pederastia por metro cuadrado?
Onésima fellatio seminalis corpus corrida christi

En la década de los 50's, el ex-novillero jesucristial ya era un tipo influyente en México, ocupando el sacrificado puesto de Gerente General en la Banca Privada de México y en el Fiduciario Banco de Londres y México S.A. En 1963, el gobierno mexicano lo envía a Washington DC para sacarle la pasta a Kennedy, el cual había emprendido un programa de créditos dirigidos a las economías vecinas. En 1964 -siempre según su hagiografía oficial- regresa a México después de haber obtenido los créditos yanquis y su inquietud espiritual lo lleva a transitar místicamente por la Bolsa de Valores. Ahí conoce al ingeniero Carlos Slim -don Carlos-, actualmente uno de los hombres más ricos de México [perdón, del mundo] Unidos por los mismos valores cristianos, fundan la Casa de Bolsa Inversora Bursátil S.A. (Amén)

Don Onésimo sabía que en esta vida terrenal todo sacrificio es poco a la hora de alcanzar el paraíso, muy especialmente el paraíso fiscal. Así pues, a finales del año 1966 parte rumbo a la Universidad Pontificia de Friburgo, Suiza, donde cursará una Licenciatura en Teología, además de graduarse con "Magna Cum Laude" en evasión de impuestos. De vuelta a La Meca Gringa, ejerció de telepredicador durante un año, sorbiendo cerebros a través de 480 canales de la televisión de EEUU, Centroamérica, El Caribe y el Triángulo de las Bermudas. Los beneficios de todo ello, por supuesto, los invirtió en un rinconcito, para tener unos ahorrillos con los que sobrevivir hasta el día en el que Dios, S.A.U. lo llame a su seno.

No obstante, el diablo tienta siempre la vida de los hombres santos y trata de torcer su rumbo hacia Dios. Don Onésimo, el Torero, no ha sido una excepción. La prensa mexicana publicó hace un par de años que este hombre piadoso había sido acusado de practicar horribles crímenes sobre ancianas moribundas. ¡No, alejad esas abominables imágenes de vuestra mente! El señor Obispo no sería capaz de practicar la necrofilia, no es de esos. Él prefiere la carne fresca.
Se refiere a que supuestamente concedió un préstamo de 130 millones de dólares a una anciana que la estaba espichando con el fin de hacerse con una valiosa colección de cuadros y, ya de paso, blanquear dinero procedente del narcotráfico. En una entrevista asegura que la iglesia mexicana no recibe 'narcolimosnas'. Atendiendo a su Magna Cum Laude en Suiza y a sus levitaciones sobre los parquets no estaría yo tan seguro. No sé por qué, a veces la presunción de inocencia parece algo así como un chiste.

Onésimo Cepeda: 'El estado laico es una jalada' claro, claro...