Seal es un cantante británico de origen nigeriano, autor de cuatro discos que son un lujo para las orejas. Figura indiscutible de la renovación del soul durante los 90's, irrumpió en el mercado discográfico en 1991 con Crazy, un tema que crea adicción.
Con una voz comparable al buen vino, dotada de cuerpo y personalidad y arropado por los buenos oficios de Trevor Horn, Seal ofreció durante unos años temas de una sofisticación magistral como Don't cry, Praying for the diying, Kiss from my Rose o el brutal Human Beings. Incluso se atrevió con versiones bastante afortunadas de Fly like an eagle y Manic Depression, esta última junto a Jeff Beck. Sus discos son un coctel de melancolía y pasión. Son composiciones de 24 kilates, cargadas de giros sorprendentes en cuanto a melodía y arreglos.
Las cicatrices que le cruzan las mejillas rompen algunos de los estereotipos sobre la buena imagen que se le supone a una estrella del pop. Durante muchos años se estuvieron haciendo especulaciones sobre ellas. Unos apuntaban a un accidente terrible en el que se le clavaron los vidrios de las gafas. Otros, por la mordedura de un lobo. La realidad es que Seal sufrió una enfermedad infantil por causa de la cual le salieron dos ampollas en las mejillas que al desinflamarse le causaron esas dos grandes cicatrices.
En todo caso, este artistazo es el intérprete de algún que otro tema de soul y pop con un gusto particular. Futuro, Amor, Paraíso son tres conceptos plagados de prosa y verso, tres palabras ahítas de simbología, tres jinetes que cabalgan sobre el corcel del erotismo más sofisticado...
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