Una extensa franja que cruza toda Europa, pasando por Rusia y China, consume productos del cerdo. Sin embargo, los países islámicos no.
¿Porrrrr?
Según el Islam, el cerdo no se puede comer porque Alá lo prohíbe. No hay más. Dios sabe lo que es bueno para ti. No hay que buscar razones; está prohíbido, y punto. El cerdo es un animal "impuro" que transmite enfermedades como la triquinosis y la influenza. Tan sólo por descuido, ignorancia o en caso de extrema penuria está permitido comer cerdo.
¿Esto debe ser un chiste, no? En caso de estar hambriento, un musulmán accederá a comerse unas lonchas de bellota de ese que va a 25 euros 100 gramos.
Ya me lo imagino diciendo... Bueeeeeno vaaaa....
Las razones reales [históricas, no religiosas] para que el islam llegara a tan rotunda prohibición no las conozco. En principio, el cerdo no parece el animal más idóneo para la franja del Magreb, Oriente Medio y la península arábiga. El cerdo es un animal que necesita ciertas condiciones climáticas y ambientales para una cría óptima. En la península ibérica, los mejores productos del cerdo salen de zonas montañosas, con bosques de encinas y abundante forraje. El clima debe ser continental; extremadamente frío en invierno y extremadamente caluroso en verano. El grado de humedad debe ser moderado.
Esto es Extremadura, no el valle del Eúfrates.
Los primeros siglos después de Cristo fueron tenebrosos, con multitud de pandemias en toda Europa, el norte de África y Oriente Medio. Varios tipos de tuberculosis apestosa asolaron el Imperio Romano en decadencia. La plaga de Justiniano en el siglo VI fue la más famosa, pero no la única. Tuvo que haber por fuerza versiones antiguas de peste porcina en zonas que actualmente profesan el judaísmo y el Islam. En realidad, la peste negra que acabó con media Europa en el siglo XIV no fue más que una mutación plus-ultra de otras pandemias anteriores.
Este puede ser un motivo para que los productos del cerdo estén tan rigurosamente prohibidos. El cerdo sirvió de vehículo transmisor de los virus [o no] y acabo siendo el [chivo] expiatorio de todos los problemas.
Es curioso que mientras los musulmanes identifican el cerdo como una encarnación de Satán, los cristianos hacen lo mismo con la cabra, que es el alimento de los musulmanes. En fin...
La otra razón anti-cerdo es que, paradójicamente, el Islam recoge muchos elementos del judaísmo, otra creencia estúpida religión que no tiene buenas relaciones con ese animal. ¿Y de donde procede el judaísmo? Pues de Oriente Medio, creo.
Por ahí se puede leer una versión 2.0 del éxodo judío de Egipto, en tiempos bíblicos. Según ésta, los judíos no se largaron de Egipto porque su Dios les había prometido unos asentamientos en el valle del Jordán, sino que fueron expulsados por un antisemita el faraón por propagar la peste porcina. Según todos los indicios, los judíos tenían el monopolio en la cría y comercialización de dicho animal, a pesar de que su religión lo prohibía.
Judíos propagando el mal, regentando monopolios y siendo expulsados de un sitio. Inaudito.
Pero sigamos hablando de cerdos. Curiosamente, el origen del cerdo está en Oriente Medio, en tiempos remotos. Las primeras concentraciones humanas y la cría del cerdo tienen un origen común. En el fondo, la civilización y el cerdo nacieron de las artes de la misma comadrona.
Es de suponer que los cerdos, que son listos, acabaron huyendo a Europa, donde gozaron de un estado del bienestar, con mucha hierba, bayas y bellotas.
Nada más llegar a Alemania, pidieron el permiso de residencia.
Y aquí llegamos al gran cisma porcino de las religiones.
El nacimiento del Cristianismo.
Como es sabido, los discípulos de Yisus eran todos judíos. Los judíos llevaban varios siglos esperando el advenimiento de un mesías, daba igual quien fuera. Y entonces llegó Yisus y comenzó a predicar. Y no sólo eso: sanaba a los leprosos, convertía el agua en vino y conseguía que las prostitutas se convirtieran en monjas. Y, como sabemos, al final los romanos se mosquearon y lo crucificaron. El catalán Poncio Pilatolls y sus legionarios de la Tarraconensis se lavaron las manos y se comieron unas chuletas de cerdo. Pero Yisus resucitó al tercer día y dijo que se iba a reunir con su padre y que luego volvía.
Fue un gran acontecimiento. Algunos de sus seguidores enloquecieron y proclamaron a Yisus como el auténtico, verdadero y certificado mesías que el pueblo judío estaba esperando. Otros judíos, como los del Sanedrín, dijeron que de eso nada. Las ceremonias en la sinagoga, el saturday night feber, se convirtieron en una batalla campal. El judaísmo se acababa de partir en dos.
Los partidiarios de Yisus estaban dirigidos por Pablo de Tarso, un hábil propagandista y master enterprise en marketing y dirección de empresas. Éste creó franquicias en todas las ciudades importantes y dirigió publicidad focalizada hacia comunidades mesiánicas radicadas en todo el Imperio. Una de sus medidas se basó en ampliar el mercado. No lo redujo sólo a los judíos, sino que dirigió su mensaje a un segmento inexplorado, como eran los gentiles y el resto del rebaño imperial.
Su estrategia se basó sobre todo en la redacción de elaboradas epístolas, que eran como spots televisivos, pero de mayor amplitud. Entre ellas cabe destacar la Epístola a los Romanos, la Epístola a los Tesalónicos, la Epístola a los Murcianos, la Epístola a los Corintios y la Epístola a las Cabras.
En la capital del Imperio, Roma, una ciudad de 1.000.000 de habitantes, las posibilidades de mercado eran inmensas. Los judíos y los nuevos agregados se llevaban muy bien porque todos creían que Yisus era el mesías final. Alguno preguntó por qué Yisus no volvía después de la "reunión" con su padre. Habían pasado un montón de años y no tenían noticias de él.
Es necesaria una perspectiva cronológica en esto. Yisus resucitó en el año 33 dC y en el momento actual estamos en el 49 dC. Todos se preguntaban donde se había metido.
Y entonces ocurrió una tragedia.
Ese mismo año 49 dC, un antisemita el emperador Claudio, [sí, el de la serie de TV], expulsó a todos los judíos de Roma. Les acusó de organizar guarimbas, profanar tumbas y propagar mitos absurdos como la resurrección de los muertos.
Judíos organizando disturbios, robando cadáveres y siendo expulsados de un sitio. Inaudito.
Una vez desaparecidos los judíos mesiánicos, los extranjeros y gentiles se encontraron solos en la sinagoga y organizaron un movimiento asambleario. Pablo de Tarso fue de inmediato allí, acompañado de su sicario, San Nadie, y les dijo que había que conservar los dogmas del judaísmo y que estaba prohibido organizar barbacoas y comer chuletas de cerdo.
Comorrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!, esa fue la respuesta de los fieles.
Ante la perspectiva de perder una importante tarta de mercado, el director de marketing de Yisus, SA, Pablo de Tarso, escribió la Epístola a los Jamoneros. En términos conciliadores, escribió una sentencia histórica:
Seréis juzgados por vuestros actos, no por lo que comáis. [o algo así]
Ahora hablando en serio. Ahí Pablo Iglesias demostró tener un gran talante estratégico. Si le llega a prohibir comer cerdo a los habitantes de Europa, y del resto del imperio, su nueva religión se iba al carajo en dos días.
Cuando los judíos volvieron a Roma al cabo de unos años, los gentiles se habían distanciado del judaísmo y creado una nueva religión.
Cuando los judíos volvieron a Roma al cabo de unos años, los gentiles se habían distanciado del judaísmo y creado una nueva religión.
El problema del alcohol.
El Islam lo tiene todo controlado. El jalcól es nefasto en todas sus vertientes, ya sean fermentadas o destiladas. El Corán dice que El vino que bebe Asunción no es blanco, ni tinto, ni tiene color. Nada de birras, whisky, ron, caipiriñas y todo eso. El alcohol nubla el conocimiento, la conciencia, la visión. Provoca crímenes, accidentes, divorcios, rencillas y todo tipo de calamidades. No debe ser usado siquiera para cicatrizar heridas. Los productos que contienen alcohol, como los perfumes y los dentríficos, tampoco.
La prohibición alcanza su climax cuando impide beber alcohol incluso en países extremadamente fríos, pa calentar un poco el cuerpo
Son tan radicales en esto que no es difícil ver una señora encapuchada en el supermercado, preguntándole a la cajera de qué está hecho el vinagre que contiene la mostaza. Esto es ya pasarse, porque la propia palabra ya lo dice: vin agre, es decir, vino agrio.
El islam prohíbe el alcohol y se da la casualidad de que el vino cuando se vuelve agrio deja de tener alcohol. No lo digo yo, lo dicen las crónicas coránicas, las cuales relatan que tras el éxito de Mahoma, los habitantes de Medina dejaron agriar el vino que almacenaban para no tirarlo. Y con eso se convirtió en vinagre. En Medina todavía debe quedar vinagre de esa época.
Nadie duda que el alcohol causa todo tipo de degeneraciones cerebrales. Pero todo tiene su medida. En dosis moderadas, sobre todo para acompañar comidas, es muy recomendable. En occidente es una importante arma de socialización masiva y su prohibición es sencillamente imposible, como se demostró durante la Ley Seca en EEUU.
Una vez más, tenemos que remontarnos casi a la Edad de Piedra para saber porque la práctica totalidad de Eurasia bebe alcohol, mientras que los países islámicos y los de Oriente Lejano no.
La historia es curiosa y se debe sobre todo a problemas con el acceso al agua potable. En tiempos remotos todas las civilizaciones se enfrentaron al problema de obtener agua en condiciones para beber. Los pueblos que vivían en las riberas de ríos no tenían problemas, pero otros se enfrentaban al problema de tener que beber agua estancada o de aprovechar las temporadas de lluvia para poder beber. Todos eran conscientes que el agua cuando no está en condiciones es una fuente de bacterias, luego de infecciones.
Así que cada zona buscó una solución al problema. En Oriente Medio y Lejano optaron por hervir el agua y arrojar en ella hojas de hierbas aromáticas. Por eso en los países árabes y en China es tan popular el té. Sin embargo, en Europa y Rusia se decantaron por mezclar el agua con frutos y cereales [miel, trigo, cebada, uvas, manzanas, etc], y fue así como se inventaron las bebidas alcohólicas. La más antigua de las cervezas, realmente prehistórica, lleva el nombre de hidromiel.
Los descendientes de los antiguos pueblos indoeuropeos estamos acostumbrados a beber alcohol desde miles de años, mientras que otros pueblos del mundo no tienen tanta tolerancia. Se dice que darle un par de cervezas a un japones supone que coja una borrachera bestial.
Nosotros, los europeos, llevamos el alcohol en nuestro ADN. Y ni el Islam ni el judaísmo cambiarán eso.
De hecho, durante gran parte de la Antigüedad y la Edad Media, el agua no existía como producto bebestible en Europa. Los ríos eran auténticas cloacas y la antigua costumbre romana de construir acueductos había desaparecido; de modo que los millones de galones de vino y cerveza que se consumieron en esa época todavía los llevamos en la sangre.
La higiene era inexistente y las enfermedades debido a la escasa alimentación, constantes. Pero a nadie se le ocurrió pensar que la culpa era de los gorrinos, porque los gorrinos éramos nosotros mismos.
Una nota antes de seguir con esta historia alcoholizada. Es una primicia mundial. Nerón NO quemó Roma en el 69 dC. Se sospecha que fueron los judíos quienes lo hicieron, en represalia por su expulsión del año 49 dC. Pero Nerón, que era rarito, prefirió culpar de ello a los cristianos.
Judíos provocando graves disturbios, pero no fueron expulsados. Inaudito.
Hay una anécdota curiosa con respecto al consumo de alcohol. Tras la destrucción del templo de Jerusalén por parte del hijo de Vespasiano, el general Tito ,en el año 70 dC, los judíos se esparcieron por el Cáucaso y penetraron en áreas de la Rusia actual. Al norte del Mar Negro y el Mar Caspio existía un reino, hoy casi mítico, cuyo nombre era Jazaria. Al parecer, estos jázaros decidieron por no se sabe qué esquizofrenia adoptar el judaísmo como religión. Por eso hoy en día hay tantos judíos con apariencia europea, como la actriz Gwyneth Paltrow o Benjamin Netanyahu.
Estos no son "semitas", sino indoeuropeos convertidos al judaísmo que, cuando fueron expulsados de Jazaria, se desplazaron hacia centroeuropa y el Báltico.
Judíos siendo expulsados de un sitio. Inaudito.
Nadie sabe como acabó la aventura judía en Jazaria. Nadie sabe si el judaísmo permite el consumo de alcohol, pero todo parece indicar que sí. Sí, porque hay que ir muy colocao para llevar unas trencitas ridículas y darse cabezazos contra el Muro de las Lamentaciones a ritmo de Talmud. Emocionante.
Pero, cuidado, la historia no acaba ahí. Sobre los siglos VII y VIII, extensas zonas del sur de Rusia no debían estar aún cristianizadas. Se supone que los islámicos, siguiendo la estela de sus parientes judíos, intentaron introducir su religión en esa zona de Rusia. Y lo primero que le dijeron a los habitantes fue que el vodka estaba prohíbido.
Comorrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!, esa fue la respuesta de los potenciales fieles.
O sea, que les dijeron que se metieran a Mahoma por el piiiiií y al día siguiente se fueron a ver al Pope de la iglesia ortodoxa en Constantinopla. Sí, se pasaron a la Iglesia Ortodoxa, que es como una especie de cristianismo, pero en plan rococó.
Conclusiones finales.
Una de las cosas más repateantes de los perjuicios islámicos contra el cerdo se basa en que es un animal "impuro". Vale, OK. Mahoma no era un autor de ciencia-ficción y no pudo imaginarse que en el futuro existirían mataderos industriales. Vacas, pollos, conejos, cabras, avestruces, codornices, etc se rebozan hoy en sus propias heces y comen mierda piensos industriales. Hoy en día, ningún animal es "puro".
Y, desgraciadamente, con 7000 millones de personas en el planeta, si no existiera ese tipo de "alimentación" la mitad de la humanidad estaría ya muerta.
La otra cosa repateante es el sacrificio halal. El animal debe ser degollado en vivo y en directo, sin entumecimiento previo y, sobre todo, debe estar mirando a La Meca. Mahoma no tuvo en cuenta el gasto en brújulas y GPS's que eso supone.
Más cosas repateantes. Vale, alcohol y cerdo prohibidos. Está bien. Pero como Mahoma no era capaz de anticipar el futuro nunca pensó en el tabaco, la Coca-Culo y los ganchitos de queso fabricados con restos de hidrocarburos que le sobran a Arabia Saudí. Mahoma nunca pudo incluir en el Corán la bollería industrial y las grasas saturadas. ¡Qué mala suerte!
Hoy va acabar resultando que comerse unas lonchitas de jamón der gueno es mucho más saludable que consumir cualquier producto que el Islam no menciona.
Y una advertencia a los colmados pakistanís del barrio. El Islam prohíbe, no sólo el consumo de alcohol, sino comprarlo para otra persona, transportarlo, comercializarlo, distribuirlo, mencionarlo, mostrarlo y, también, VENDERLO.
¡¡A ver si actualizan de una vez sus religiones, oigan!!