1º - Los cronistas e historiadores romanos eran excelentes. Las vidas de Julio César y de su tío Mario (entre cientos de ejemplos) se conocen a la perfección. Los romanos no pasaban por alto ningún acontecimiento reseñable. Y sin embargo, ningún cronista entre el año 0 y el año 70 ddC hace mención a la ejecución en la cruz de un mesias judío llamado Jesús. Ni siquiera el catalán Poncio Pilatos dejó unas notillas al respecto.
2º - Las rastros mesiánicos de Jesús de Nazaret deberían conservar una impronta hebrea. Sin embargo, la palabra 'cristo' como su propia fonética indica es de origen griego, y no hebreo. 'Cristo' no se refiere a Jesús, sino que significa 'mesías'. La llegada de un mesías a Judea no estaba directamente relacionada con un redentor religioso, sino con la liberación de Judea del yugo romano. Incluso Herodes Agripa albergó la fantasía de que él pudiera ser el mesías. Las elucubraciones sobre el advenimiento de un Mesías se fueron extendiendo por el imperio conforme la religión cartónpiedra pagana perdía protagonismo y crecía el interés por credos mistéricos y esotéricos. El cristianismo era sólo uno de ellos, uno de tantos.
3º - Hay una inquietante sucesión de fechas, en un período de apenas una década, que vienen a coincidir con la inserción de la palabra 'Jesús' en la historiografía.
-Años 64-68 d.d.C: presunta persecución de los cristianos por parte de Nerón, actualmente cuestionada por algunos historiadores. Uno de los cinco millones de cultos existentes en la capital del Imperio sale de su anonimato.
-Año 66 d.d.C: Es el año en que acaban las "Antiguedades Judías" de Flavio Josefo. Aunque el libro no sería "publicado" hasta el 93-94 d.d.C, curiosamente sólo cubre hasta el momento en que los judíos se levantan contra el poder romano.
-Año 70 d.d.C: Los romanos destruyen Jerusalen.
Como podemos ver, en un período de apenas 6 años se suceden varios hechos relevantes relacionados con la figura del Mesías, su presunto lugar de nacimiento y una persecución de sus escasos seguidores.
-Años 64-68 d.d.C: presunta persecución de los cristianos por parte de Nerón, actualmente cuestionada por algunos historiadores. Uno de los cinco millones de cultos existentes en la capital del Imperio sale de su anonimato.
-Año 66 d.d.C: Es el año en que acaban las "Antiguedades Judías" de Flavio Josefo. Aunque el libro no sería "publicado" hasta el 93-94 d.d.C, curiosamente sólo cubre hasta el momento en que los judíos se levantan contra el poder romano.
-Año 70 d.d.C: Los romanos destruyen Jerusalen.
Como podemos ver, en un período de apenas 6 años se suceden varios hechos relevantes relacionados con la figura del Mesías, su presunto lugar de nacimiento y una persecución de sus escasos seguidores.
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| Una visión 'pop' de Yisus, obra de los putos catalanes |
4º - Sobre las "Antiguedades Judías" de Flavio Josefo cabe hacer algunas precisiones. El conjunto de volúmenes no es siquiera una fuente historiográfica, sino que se trata de algo así como la "enciclopedia Espasa" de la historia y costumbres judías, una obra destinada a agradar a los eruditos romanos. Esta obra se ha convertido en el único agarradero del cristianismo oficial para explicar la falta de referencias historiográficas de su gran profeta. En las "Antiguedades Judías" aparecen por primera vez juntas, casi cien años después del presunto nacimiento del niño-dios, las palabras 'jesús' y 'cristo'. Una sola referencia en unos cuantos volúmenes que, paradójicamente, narran con pelos y señales las hazañas de Juan Bautista. Algunos creen que Josefo se hace una empanada y llega a confundir a uno con el otro. Para añadir más intriga, no se conserva ningún original de la obra. Los ejemplares disponibles son copias de siglos posteriores, fabricados seguramente por diligentes escribas cristianos que cargaron tintas sobre el único párrafo que habla del tal Jesús. Especialistas alemanes se miraron el texto con lupa y queda clarísimo que se añadieron asertos que no encajan con el estilo ni con el contexto. Son las famosas interpolaciones.
5º - Es patente, además, el caracter collage del cristianismo. Ese credo fue fabricado, al igual que su Mesías de la Warner Brothers, por Constantino en el concilio de Nicea (a mediados del siglo IV) Aparte del inevitable plagio del culto a Mitra (excelentemente narrado por Gore Vidal en "Juliano el Apóstata"), son innumerables las adaptaciones de un sinfín de ritos paganos. Sin ir más lejos, la propia fecha de nacimiento del presunto profeta. Justamente, los romanos celebraban el 25 de diciembre la festividad del Natalis Solis Invictis, por ser la fecha en que el astro rey cubre su elíptica más baja en el horizonte, para renacer de nuevo.
Todo esto me lleva a pensar que si todas las bibliotecas, hemerotecas, archivos de radio y televisión y cualquier otra fuente de documentación, incluido internet, ardieran en llamas, dentro de cien años quizás alguien dijera que en un internado inglés hubo una vez un joven mago que volaba sobre una escoba. Y hasta es posible que Buggs Bunny fuera Dios.
