Hoy vamos con la mujer más guapa de la galaxia. La cantante francesa Françoise Hardy (1944) encarnó durante los primeros 60's el ideal de belleza femenina por excelencia, por lo menos por lo que a mi respecta. Reservada y tímida, la personalidad de Françoise estaba abierta a arranques humorísticos fugaces y fulgurantes, según se puede ver en algunos vídeos. Incluso de mayor esa tendencia de su personalidad es una constante. De facciones perfectas, Hardy se convirtió en uno de los inconos de los 60's, a pesar de no ser tan conocida como Jean Birkin o Sylvie Vartan.
Françoise se educó en un severo internado católico donde se fraguó su personalidad tímida y melancólica. En su camino se cruzó una guitarra, lo que supuso toda una revelación para ella. Sus padres insistían en que estudiara ciencias políticas, pero al final la música se impuso. Una aparición fugaz en TV, en un intermedio de las presidenciales francesas en 1962, supuso el definitivo espaldarazo a su carrera.
Después de grabar "Tous les garçons et les filles" para el sello Vogue comenzó a sonar en todas las cadenas de radio. El éxito fue fulgurante, con 500.000 discos vendidos a finales del 62. Finalmente, Paris Match publicó su foto en portada el 5 de enero de 1963, un método bastante convincente para saltar a la fama.
En lo músical, Françoise se encuadra totalmente en esas melodías románticas y melancólicas, tradicionales de la música francesa. Es lo que yo llamo ñoñipop. No es mi estilo favorito, por descontado. Aunque... últimamente le estoy comenzando a coger el gustillo a esas cancioncillas sentimentales que tanto machacaron mis orejas en mi más tierna infancia.
