Esto es lo que opina una contertulia desas en un foro debate de Hispan TV sobre el Brexit:
Inglaterra es una isla flanqueada por agua. [Ver y oir]
No doy crédito a lo que escuchan mis oídos.
El agua es húmeda porque está mojada.
Nadie sabe qué va a ser de Inglaterra cuando se vaya de la UE. Hay rumores de que tienen previsto trasladar el trozo de isla hasta las Bahamas, como se puede apreciar en este mapa:
Para llevar a cabo el plan tienen dos remolcadores desos que remuelcan tó lo que se pueda arrastrar. Atarán el trozo de isla con un par de cables de titanio de quince yardas de grosor y se la llevarán a la costa este norteamericana. La City de Londres y el paraíso fecal de las Bahamas estarán conectados por un ferry de alta velocidad. Como son islas, están flanqueadas por agua y por eso necesitan un barco, que es un vehículo pa ir sobre el agua.
Dada la cercanía con el Triángulo de las Bermudas, las nuevas autoridades de la isla han dicho que no problem. "Es un triángulo de tres lados", ha declarado Boris Johnson, ministro de geometría. "Si fuera un cuadrado, tendría cuatro lados".
Según Theresa May en un par de años en Inglaterra habrá cocoteros. El cocotero es un árbol cuyo fruto es el coco; porque si su fruto fuese un guisante tampoco sería un árbol. Theresa May [esp.= mayo] se llama así porque de haber nacido un mes antes se llamaría Victoria Abril.
Inutilina es el nombre genérico del nuevo medicamento de Laboratorios Neciux para curar enfermedades que no existen, como la ningunonástasis, la claurosis inquística o el dolor de uñas. Es muy útil para abscesos de paranoia hipocondríaca y otras secuelas derivadas del patinaje de neuronas desequilibradas.
Su compuesto básico es el neutro vaciótico, un anticompuesto incompatible que se basa en la NADA más absoluta. Es un principio muy básico que se remonta a los tiempos anteriores al Big-Bang, cuando la Nada más nadista campaba por todos los confines del Universo; bueno, de hecho, no había ni Universo.
Después de lanzar antimateria a una velocidad cercana a la de la luz en un acelerador de partículas, los científicos de Laboratorios Neciux consiguieron capturar un quark invertido compuesto de Nada Total, después de que un neutrón con tendencias negativas se empotrara sobre si mismo, como cuando un calcetín acaba desapareciendo de tanto enrrollarlo. Y si no ha desaparecido es que se lo ha tragado la lavadora.
Después de caer hacia el vacío a través de un pequeño vórtice de antimateria inútil hallaron la síntesis de la Nada. Así de fácil.
Inutilina está compuesta de vacío consubstancial, no sirve absolutamente para nada y, lo que es menos, no está destinada a curar ninguna enfermedad. Se presenta al público en cajas de veinte comprimidos que se pueden dosificar cada ocho horas, o no.
Cuando el dramaturgo francés Jean-Baptiste Poquelin, más conocido como Molière, escribió El enfermo imaginario en 1673 jamás pudo imaginar los increíbles avances científicos que la medicina del siglo XXI nos brindaría. La obra gira en torno a Argán, un hipocondríaco que visita a su médico de forma frecuente creyéndose enfermo. Quizás, la única enfermedad de Argán es la credulidad, pues confía ciegamente en los términos griegos de sus médicos, que parecen doctos y sabios. Éstos, por supuesto, prescinden de decirle que está completamente sano, pues es asiduo a sus consultas y les procura muy buenos ingresos.
¡He ahí, violà! Molière no podía imaginarse al imaginar a su enfermo imaginario que sentaría las bases del beneficio de la industria de la salud del futuro, pues tanto la medicina como el cártel farmacéutico son una espiral que se enrolla sobre si misma en el fango de una sociedad enferma, en un proceso creativo de acción-reacción-solución que mueve miles de miles de millones al año. Y si no es eso, es que el calcetín se lo ha tragado la lavadora.
La hipocondría es la base psicosomática de las reacciones negativas del cuerpo y de la mente. Es un problema muy serio, señoras y señores. Tanto es así, que el pobre Poquelin murió poco después del estreno de su obra. Se atribuyó a una enfermedad inexistente [o llamémosla mejor superstición] dado que Molière vistió ropas de color amarillo durante la representación. Se cree que eso lleva a tener "mala suerte".
Se acaba de subastar en Christie's una obra del pintor londinense David Hockney por 80 millones de dólares, lo que supone un récord para un artista vivo. Hockney es como una especie de Van Gogh moderno, pero en plan pop-art. La obra en cuestión es una pintura llena de luz y color. Se llama Portrait of an artist [Pool with two figures] y fue pintada por Hockney en 1972. Es una maravilla por la que quizás vale pagar 80 millones de dólares.
Actualmente Hockney cuenta con 81 años y una dilatada carrera. Su obra la podéis ver el imágenes Google. Es realmente un pintor de primera categoría.
Arriba, un popurri hecho por mí donde he plagiado descaradamente al tipo éste. Espero alguna donación, gracias.
Después de la "liberación" de Libia contra un "dictador" que oprimía "a su propio pueblo", donde todas las potencias Neoliberales Ultracapitalistas se dedicaron sistemáticamente a bombardear el país y dejarlo reducido a cascotes -por cierto, el país más próspero y evolucionado de África- decidí apagar la televisión. Sí, estaba harto de ver en TV3 -la televisión de los "independentistas"- y en el resto de los canales, la misma monserga tooooooooooodos los días. Resulta que era una misión para restituir la "democracia".
Esperad, que me voy a reír en mayúsculas y en negrita.
¡¡¡¡JAJAJAJAJAJA!!!!
Cada día veía las mismas imágenes. Era un reportero en mangas de camisa. No llevaba siquiera un chaleco antibalas. Detrás suyo, para completar el atrezzo, varios "libertadores" de la "insurgencia" disparaban al aire ametralladoras de grueso calibre desde una Patrol recién estrenada. Seguramente, un regalito de Arabia Saudí, Qatar o cualquier otra "democracia ejemplar" del Golfo Pérsico.... Parecía un escenario rodado en un descampado en Sant Joan Despí que por arte de birlibirloque parecía Libia.
Eso me convenció de que debía abandonar los "medios" convencionales. Estaba ya hasta los cojones de gilipolleces.
Así que un día, comencé a ver programas de internet. No es que la red te vaya a surtir de mejor información, pero en algunos aspectos puede ser muy pedagógica, previo filtro de tu propia inteligencia.
Un día, me topé con este programa de RT, conducido por un exbroker de Wall Street llamado Max Keiser. Fue un día mágico, de verdad. Al principio no entendía absolutamente nada. Sí, porque entender el abstruso entramado "económico" del Ultracapitalismo Caníbal requiere de un cerebro de al menos 8000 centímetros cúbicos. Pero decidí utilizar el mismo sistema que cuando leía libros de Nietzsche en el autobús durante mi adolescencia. Yo lo llamo "absorción subliminal". No importa que muchas cosas no las entiendas, lo importante es lo que se va filtrando.
Y desde entonces, me he convertido en un seguidor incondicional de este señor y de su estupenda compañera, Stacy Herbert.
Hay que aclarar que, personalmente, el discurso del neoliberalismo lo tengo atravesado. Desde principios de los años 90's venimos escuchando una monserga sobre la efectividad, competitividad, rentabilidad y etc etc. de las empresas privadas. Que si el "libre comercio" que si las piruletas de fresa, etc. Es cansino, de verdad. El Capital se ha convertido en el Rey absoluto y ha reducido a cenizas el concepto de Estado y, lo que es peor, el concepto Fuerza de Trabajo. ¿Nadie lo ha oído? Oiga, que es indigno que usted viva de subsidios, que usted tiene que ser un "emprendedor"... Pague usted su electricidad, sus medicinas, el comedor de sus hijos y el cáncer de próstata de su padre. Productividad, competitividad, rentabilidad, etc etc, han sido las palabrejas que desde los tiempos de Papa Bush llevamos escuchando tooooooooooodos los días.
La Empresa Ultracapitalista Caníbal se ha situado en el cenit de la "perfección" y el "éxito". Ellos son los reyes del Mambo. Ellos son los que financian campañas electorales, think-thanks y otros mamoneos para tener el control. Ello son los que ponen a los políticos a los que tú votas; ellos son los que redactan directamente las leyes. Y sus empresa son rescatadas con dinero público. Es decir, con lo que a ti te descuentan de tu sueldo. Si todavía lo tienes.
Estos programas del señor Keiser son muy útiles para comprobar como funciona el sistema económico del Ultracapitalismo Caníbal. Se trata de calibrar su supuesta "eficiencia".
La pura realidad es que el sistema de empresa Ultraliberal está en estado terminal.
En este vídeo Max Kaeiser y Stacy Herbert repasan la situación actual de una gran corporación como IBM. Resulta ser que el estado de la compañía es el mismo que el de un moribundo a punto de recibir la extramaunción. Su único negocio hoy en día es la Recompra de sus propias Acciones.
Vale, no me preguntéis lo que representa que una empresa recompre sus propias acciones. Max lo compara con un pastelero que se come su propio producto y que al final del día dice: WooooooooW ¡cuanto hemos vendido!
También hace mención de la situación actual de General Electric, otro monstruo del Capitalismo Ultracaníbal que recompra sus acciones pero aún a pesar de ello no va a poder evitar el default, Internet está lleno de artículos sobre ello. [Leer: Los bonos de deuda de General Electric ya son un bono basura BBB]
Este tipo de organizaciones "anónimas" -vamos a llamarlas así- son las que llevan desde 1991 dándonos lecciones morales sobre como debe funcionar la sociedad. En mi opinión, creo que ha llegado el momento de ponerlos en su sitio [es decir, entre rejas] Ya basta de ejecutivos ganando primas ultramillonarias con negocios fantasma.
Al parecer, ayer sacaron una versión re-re-re-masterizada del White Album de los Beatles, una obra maestra de las pocas de las que puede alardear la música pop contemporánea. Si lo comparamos con la especie de música que escucha esa gente conocida como “Milennials” es como comparar a Mozart o Beethoven con el Fary.
Pero vamos al grano. El disco está de aniversario estos días, pues cumple justamente 50 años. Yo tengo la gran suerte de disponer de la copia en vinilo nº 4.280.591...
...o sea, que ya os podéis imaginar lo que me importa a mí la remasterización de los cojones. Donde se ponga un vinilo analógico que se quiten las re-re-remasterizaciones… El disco lo compré en 1978 y está empezando a acusar el paso de los años. La portada original en blanco inmaculado ha adquirido un tono amarillento inevitable.
En el álbum figura el nombre de la banda en relieve y ese número de serie. A priori, eso quiere decir que 10 años después de su lanzamiento ya había vendido más de 4.000.000 de copias. Me parecen pocas.
Tal como me imaginaba, Lennon y McCartney en esa época no se podían ni ver; por supuesto, por culpa de Yoko Ono. El disco no es más que un puzzle de pistas superpuestas, muchas veces grabadas por un mismo músico y en días distintos. Un ejemplo: a McCartney no le gustaba la batería en un tema, borraba la pista de Ringo y ponía la suya propia. Seguramente, Lennon y McCartney hicieron su trabajo de grabación sin ni siquiera cruzarse en un pasillo. Según leo en Wikipedia, de la totalidad de los temas del álbum, sólo 16 cuentan con la participación de los cuatro miembros de la banda. Varios ingenieros de sonido, entre ellos el inefable George Martin, y diversos estudios de grabación, fueron protagonistas de lo que se podría denominar el monstruo de Frankenstein de los Beatles.
Y sin embargo, pese a su artificiosidad, estamos hablando de un álbum -doble, además- lleno de temazos, algunos de los cuales son el paradigma de la perfección.
En los surcos hay canciones inolvidables que aún hoy escucho. Quiero resaltar Piggies, una composición de George Harrison, con adornos de clavicordio, que describe las cenas de la gente convencional con bastante precisión.
Otro tema maravilloso es Everybody got something to hide except me and my monkey [Todo el mundo tiene algo que ocultar excepto yo y mi mono] La mítica banda de Liverpool estaba en estado de gracia, incluso para elegir los títulos de sus temas, a pesar de que la extinción era inminente. Es lo que tienen los momentos de máxima decadencia. Los Beatles eran en ese momento como una supernova: irradiaron una luz cegadora antes de extinguirse.
Esta obra contiene piezas precursoras del hard-rock y el punk como Helter Skelter, momentos de recogimiento como Good Night, Blackbird, Mother Nature’s Song, Martha my dear [dedicado a la perra de McCartney] o Julia; homenajes al music-hall, como Honey Pie, referencias a sus inicios en el rock'n'roll clásico como Revolution, Birthday, Why don't we do it in the road, Back in the USSR o el contundente Yer blues; temas de un psicodelismo delicioso, como el maravilloso Savoy Truffle o Wild Honey Pie, aparte de todo un rosario de temas de lo más diverso como Sexy Sadie, Dear Prudence, Cry Baby Cry, etc. Todo muy completo.
1968 fue el Año de la Revolución. La juventud mundial se levantó contra la guerra del Vietnam y contra el orden establecido por la generación anterior a la II Guerra Mundial. En todos los rincones del planeta estallaron revueltas. Fue una revolución estéril; mucho ruido y pocas nueces. Fue todo muy testimonial, sin planteamientos, sin alternativas. Muchos eslóganes y pocos proyectos de cambio. Muchos de los protagonistas de aquellas revueltas forman parte del Régimen actual.
El jolgorio acabó con una reacción de los poderes fácticos, que se alarmaron ante la intensidad de la actividad revolucionaria. Y, por supuesto, tomaron medidas; medidas que tuvieron una severa repercusión en la década siguiente. El proceso de contrarevolucón iniciado en esos días dura hasta el día de hoy. El Régimen Neoliberal Ultracapitalista nació de las cenizas de la "revolución" de 1968.
La estrategia de aquella “izquierda” se hizo demasiado visible. Y encima, sacaron el marxismo de las fábricas y lo trasladaron a las universidades. Un montón de intelectualoides que llegaban al orgasmo con Marcuse mezclaron los fundamentos básicos de la lucha de clases con “elementos contraculturales” repletos de “ecología” y “revolución sexual”. Fue un error histórico del que la "izquierda” aún no se ha recuperado.
Pero de eso hablaremos otro día.
El disco de los Beatles {corte 1, Cara A, disco 1} se abre justamente con una canción llamada Revolution. Lejos de lo se pueda imaginar, no es una loa a las revoluciones que asolaban el planeta. NO: es una burla de Lennon a la cantidad de gente que se le acercaba para pedirle dinero para proyectos revolucionarios.
Esto no lo dijo Lennon, sino Lenin: La revolución es obra de revolucionarios profesionales. Y si trabajan en la sombra, tanto mejor.
A partir de AQUÍ podéis escuchar el disco entero [remasterización 2009] en Youtube.