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20090730

Proyecto Brainstorm

"Proyecto Brainstorm" (1983) no es quizás la mejor película que se haya hecho en la historia del cine, pero tiene elementos que la hacen interesante. A veces no importa tanto que los actores sean más buenos o malos, que los efectos especiales sean más o menos chulis o que la peli haya ganado la Costra de Bronce del festival de Shangai. A veces también son valorables la originalidad en la temática y el guión. En cuanto comienzan a haber incongruencias en el relato, sentimentalismo barato o cosas que son previsibles, los relatos pierden bastante interés.

Esta película narra el complejo proceso de investigación para crear lo que llamaríamos un "walkman sensorial". Un tipo registra sus sensaciones mientras está volando en ala delta, montando a caballo (o a caballa), en una especie de cinta de casete y después viene otro, se coloca unos electrodos en la cabeza y 'vive' esas experiencias sentado cómodamente en el sofá. Señores científicos, a ver: inventen algo así, rápido y sin anuncios.
Hasta aquí todo perfecto. La única víctima de este juego virtual es un tío al que se le encasquilla la cinta en el momento del orgasmo y se pasa dos días convulsionándose de gusto. Lo malo es que, entretanto, la científica que lleva las riendas del proyecto la espicha de un infarto por empalmar los winstons uno detrás de otro. Y claro, no se le ocurre otra idea que grabar su propia muerte. Y ahí comienza el drama, pues su compañero de reparto, Christopher Walken, se obsesiona con la idea de 'videar' la cinta para saber como es la muerte. Ni que decir tiene que está a punto de morirse. Tal como lo plasma el film, el espichamiento les queda de muerte (nunca mejor dicho), con gran despliegue de efectos psicodélicos en plan caleidoscópico.

Pero el morbo no acaba aquí. Natalie Wood, esposa de Walken en la peli, murió durante el rodaje ahogada en el mar, en una rocambolesca historia que aún no ha sido aclarada. No deja de ser paradójico en una película que giraba en torno al hecho de 'vivir la muerte'. Se intentaron hacer tomas repetidas y, en algunas escenas, fue sustituida por su hermana Lana Wood.

La información que proporciona Internet es penosa. En muchos casos no hay una sola página que coincida mínimamente en los detalles. Había por en medio un trío amoroso en el que estaba implicado el propio Walken y el extraño marido de la actriz, Robert Wagner. Pero lo que más sorprende es la historia de una vidente que, años antes, trató de advertirle que tuviera mucho cuidado con el agua. Según unas páginas, era una pitonisa. Según otras era gitana. Y las últimas decían que era china. ¿En qué quedamos? Bien, dejémoslo en que era un pitonisa china de etnia gitana.