Esto es una demostración de que los mitos no lo son por que sí. Este excepcional guitarrista negro y zurdo era una auténtica máquina con su Fender Stratocaster. Le sacaba un partido enorme a todos los pedales de sonido que surgieron desde mediados de los 60's. Wah-wah, fuzz, distorsión, reverberación... Esas eran sus armas, aparte de un anfetamínico dominio del mástil. Él solo era capaz de generar una auténtica muralla de sonido.
Dicen que cuando viajó a Londres fue visto por Peter Townshend y Eric Clapton y ambos admitieron que después de aquello no les quedaba más remedio que dar por finalizada su carrera musical. Aquí le vamos a ver, y sobre todo a escuchar, acompañado por la Jimy Hendrix Experience, es decir con Noel Redding (bajo) y Mitch Mitchell (batería), interpretando un clásico del rock de garaje, una de las canciones más simples y a la vez cojonuda que se haya compuesto jamás en la historia del rock. Enjoy: