El vocalista de The Doors murió en París hace 40 años, el 3 de julio de 1971. Fue encontrado en el baño de su apartamento la noche del sábado por su compañera Pamela Courson. El informe médico certificó que la causa de la muerte fue una insuficiencia cardíaca agravada por la bebida. Y según otros medios, esnifó heroína por error.
Jim Morrison saltó a la fama como estrella del rock con un comportamiento que causaba llagas en el puritanismo de los EEUU. Impulsado por la bebida y las drogas, Jim estaba considerado un enemigo público debido a sus continuos escándalos. En 1969 fue arrestado por exponerse desnudo de forma indecente, por conducta lasciva y por intoxicar a la opinión pública después de un concierto en la sala Miami Key. Estaba a la espera de sentencia del juicio por indecencia, cuando él y Courson decidieron marcharse a París. Era en marzo de 1971.
El Rey Lagarto estaba planeando dejar en segundo plano su vida como estrella del rock para concentrarse en la poesía. Había publicado un libro de poemas ("The Lords, and the New Creatures"), y estaba programando comenzar su carrera literaria, una vez sus obligaciones contractuales con Elektra Records hubieran finalizado. En París, encontró la paz y la felicidad que no había encontrado en una ciudad opresiva como Los Angeles, según dijo el manager de The Doors en un comunicado publicado por la revista Rolling Stone el 5 de agosto.
La noticia inicial de su muerte y el funeral quedaron practicamente silenciadas. Aquellos que conocían a Jim sabían que hubiera querido evitar toda la publicidad y la atmósfera circense que rodearon la muerte de Janis Joplin y Jimi Hendrix. Sólo el mánager del grupo Pamela Courson y tres amigos asistieron al entierro en el cementerio de Pére-Lachaise de París.
La Embajada de los EE.UU. no se dio cuenta de este hecho hasta dos días después, cuando las agencias de prensa comenzaron a insistir en la muerte de Jim Morrison. La prensa estadounidense informó por primera vez de su muerte el 9 de julio.
La muerte de Morrison después de las de Brian Jones, Hendrix y Joplin, todos ellos a los 27 años creó la leyenda de ese nuevo Lord Byron que fue Jim Morrison. Pero, leyendas o fantasías aparte, The Doors forman parte del santuario del rock, están en los altares, en el mito, en el lugar más privilegiado del templo. Pese a todas las leyendas, ahí están sus discos, plagados de una calidad musical apabullante. No tan sólo Jim Morrison es mítico por no estar en el mundo de los vivos. Los otros tres componentes de la banda también lo son.