Yo sería capaz de escuchar 100 veces seguidas este temazo sin cansarme jamás. Eso es debido a que "Bitter Sweet Symphony" ["Sinfonía agridulce"] es una de las más bellas piezas pop compuestas jamás. Ludvig Van Beethoven y Wolfgang Amadeus Mozart habrían dado un brazo por firmar un tema de tanta intensidad y belleza. Aún recuerdo cuando lo escuché por primera vez. Deambulaba con un carrito de la compra por un supermercado cutre cuando, de repente, una canción que flotaba en el ambiente me catapultó de una patada a la más deslumbrante psicodelia de mi infancia. La sinuosa melodía, de ritmo entrecortado y vibrante, reposaba en una placenta cálida y dulce, como si todavía flotara dentro del útero, en los orígenes más remotos, en la más olvidada prehistoria.
Según leo, la banda utilizó un sampleado de "The Last Time" (1965), de los Rolling Stones. Habían sido autorizados para usar una secuencia de cinco notas, pero al parecer se pasaron. Eso fue motivo para que los antiguos mánagers de los Stones, de la época del sello Decca, cosieran al grupo a denuncias. Ahora entiendo porque este tema me retrotraía a mi más remota infancia. En 1965 tenía 6 años y era justamete cuando mi conciencia comenzaba a despertar. Al margen de todo ello, me parece una polémica estúpida. El tema de los Stones no se parece absolutamente en nada a esta espectacular canción de The Verve. Y más al margen aún, el álbum que contiene el tema ["Urban Hymns"] es una obra maestra de eso que se vino en conocer como 'brit pop'. Contiene otras maravillosas canciones, obra de Richard Ashcroft, como "Sonnet", "The Rolling People", "Neon Wilderness" (esta de McCabe+Verve) "Space and Time", "Weeping Willow", la estupenda "One Day" y la absolutamente maravillosa "Lucky Man". Si a ello le añadimos "History", otro fabuloso tema de esta banda, quizás estamos hablando de uno de los mejores grupos de los años 90. Disfrutemos un poco de esta joya de la piscodelia: