Pablo Iglesias conduce un magnífico programa de análisis de la situación internacional desde el canal iraní Hispan TV, cuyo nombre es Fort Apache. El 31 de octubre el tema era Siria. Entre los invitados estaba el exsecretario general de Alianza Popular, Jorge Verstrynge. En una de sus intervenciones, se atrevió a esbozar la opción de que Francia sufriera en breve un espectacular atentado terrorista:
"La que se nos avecina a los franceses en cuanto a un atentado tipo 11 de septiembre, lo vamos a ver, y no a largo plazo. Ya lo dijo el fiscal general encargado de la lucha contra el terrorismo, que acaba de dimitir: Está cantado, ya vienen, va a haber un atentado tipo Torres Gemelas"
Pues si. Poderoso poder de anticipación. Como todos sabemos, este pasado Viernes 13 se produjo en Paris una masacre. Unos cuantos piraos islámicos, armados con sus correspondientes AK-47 y cinturones explosivos, organizaron una orgía de sangre en toda la regla. Ametrallaron a gente que estaba tomando una copa en las lindas terrazas del Boluevar Fontaine y acribillaron a balazos a los asistentes a un concierto de Death Metal que se celebraba en la sala Bataclan. Esto último no deja de resultar irónico. Los terroristas se atrevieron incluso a estallar explosivos cerca de François Hollande, presidente de la República, que estaba viendo un partido de fútbol en el Stade de France, St. Denis, suburbio del norte de Paris.
Después de esto, se destapa toda la parafernalia. Ya es tradicional. Todos somos Charlie Hebdo, lacitos negros, vamos a dejar unas rosas en el lugar del atentado, etc. Moros bárbaros, occidentales somos guays. El más tonto de todos estampa una tricolor transparente encima de su cara de gilipollas en el facebook. Dentro de quince días nadie se acordará del suceso y las víctimas seguirán igual de muertos.
Lo curioso del caso es que el día 12, sólo un día antes, hubo otro atentado del EI en Beirut, 41 muertos, pero eso no provoca la más mínima indignación. Es como si las mujeres, niños, ancianos y taxistas que murieron no fueran personas como nosotros. El Líbano no está al otro lado del Mediterráneo. Noooooo. Es otro planeta, y lo que ocurre allí ni nos va ni nos viene. Nadie se pone la bandera del Líbano en su perfil de Facebook.
Esto lo vamos a pagar muy caro. Quien siembra mierda, recoge diarrea.