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20070915

Treinta años con los Kinks

Como digamos que no soy lo suficientemente viejo para haber escuchado a los grupos de los 60's en su época, no conocí a los Kinks hasta 1975. Acababan de sacar Schoolboys in disgrace, con una graciosa portada:

En los conciertos en directo, Ray Davies salía disfrazado de colegiala embarazada, lo que me me pareció muy gracioso. Apenas un par de años después sacaron Sleepwalker, un disco que me gustó bastante. Así que me pregunté... "¿Quién son estos Kinks?". Comencé a investigar un poco y me encontré con que eran autores de temas como You really got me y All day and all of the night. En ese momento me parecía que los hermanos Davies eran los precursores del punk. Un vocablo de moda en ese momento... Sólo muchos años después de me di cuenta de que eran los fundadores de una palabra todavía más esencial: ROCK DE GARAJE.

Había llegado la new wave y el panorama musical estaba bastante saturado. En 1980 me los volví a encontrar, con un disco en directo llamado One for the road. Por aquel entonces comenzaba a ser consciente de que los Kinks eran una gran banda de los 60's, casi comparable a los Beatles. Pasé el meridiano de los ochenta atiborrándome de música de los sesenta, sin casi acordarme de los Kinks. Un día me enteré que Ray Davies se había enrollado con Chrissie Hynde y a la admiración se sumó la envidia. Estuve comprando discos de segunda mano y me topé con Kinda Kinks. No era el disco de mi vida, pero contenía piezas pop de una arquitectura perfecta. Tired of wating for you y Don't ever change me hicieron sospechar que para encontrar a los verdaderos Kinks sería necesario escuchar su discografía de los años 60's.Era una conclusión no muy brillante, pero yo soy así.

Lo tuve que dejar para más adelante. Un día escuchando la radio, me los volví a encontrar. Seguían sacando discos y el último se llamaba Give the people what they want, tema que me encantó. A finales de los 80 casi me había olvidado de ellos cuando de repente volví a tener noticias. Grabé de la radio un tema suyo llamado How are you que volvió a dejarme en jaque. Volví a olvidarme de ellos, pensé que no eran más que un dinosaurio de los 60's que iba renquando por el mundo y que les quedaban pocos años de vida. Pero pasaron tres años y volvieron a la carga, con temas como How do I get close (¿como me lo monto para acercarme?, traduje) y supe, sí, que Ray Davies es inmortal.

Pero supongo que hasta los inmortales algún día se cansan. Aparecieron los 90 en el horizonte y los Kinks no daban señales de vida. Los di por muertos cuando, un día, escuchando la radio, me enteré que acababan de sacar nuevo disco. Una sonrisa iluminó mi rostro. El album se llamaba Phobia y contiene una joya llamada Don't, una auténtica demostración de lo que un compositor con experiencia es capaz de hacer.

Hasta finales de los 90 Ray Davies estuvo cabalgando por el mundo como el jinete de Sleepy Hollow. Recuerdo incluso que estuvo tocando hacia el año 2000 en la sala Apolo de Barcelona. Desde entonces ya no he vuelto a tener noticias de ellos. Si algún día me entero que Ray ha muerto, lloraré.