Lo que en principio parecía una solución efectiva para esos pelillos superfluos tan molestos, acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla para miles de usuarias. En lugar de verse libres de la furibunda actividad de los folículos pilosos, las clientas del apuesto doctor comenzaron a experimentar lo que se podría denominar el Síndrome Espinete. Es decir, el vello supuestamente eliminado crecía de forma más vigorosa aún después de pasar por las manos del doctor Rosado.
Lógicamente, las indignadas clientas le denunciaron. La policía peinó sus clínicas y no daba crédito a lo que estaba viendo. Era como el escenario de una película de ciencia-ficción de bajo presupuesto, como si hubiera comprado a precio de saldo los decorados de Star Trek de la época del capitán Kirk. Una serie de cacharros sin utilidad alguna, llenos de bombillitas de colores y estridentes bocinas eran todo el "instrumental depilatorio". Lo único que había dentro era una gillette oxidada.
El doctor Rosado fue condenado a tres años de prisión y sus métodos clínicos cortados al cero. La humanidad se haía librado de un enemigo público declarado.
PERO NO!!!!!!!!!!
HA VUELTO!!!!!!!!!!!
HA VUELTO!!!!!!!!!!!
Obviamente, más mohino y escacharrao, pero dispuesto a inventarse nuevos tinglados revolucionarios. El moreno Marbella que luce hace sospechar que planea monopolizar los rayos UVA. Pero muy probablemente tiene in mente algo mucho peor. Esta vez se ha convertido en gurú de...
Según la biografía escrita en plan lui-même, Manuel Rosado (...lleva...) más de 20 años explicando la ciencia (...) de forma peculiar y claridad meridiana. ¡¡Si hombre!! Y Espinete lleva más de veinte años con un alambre en el culo y por eso habla con voz de falsete.