Hace unos meses vi la película de Woody Allen rodada en Barcelona y la verdad es que salí del cine bastante cabreado.
1º/ La película, aparte de demostrar que el pobre Woody chochea, es un reportaje turístico patrocinado por la Cambra de Comerç i Turisme de Barcelona con el fin de atraer hacia la city al turista con VISA XXL. De hecho, estuve el otro día en el Raval y en lugar de putas, yonquis y delincuentes estaba lleno de turistas anglosajones dejándose 50 euros por cabeza en restaurantes recién decorados. (Ni tanto ni tan calvo, como se suele decir)
2º/ El ritmo narrativo de la peli es infantiloide, ridículo y sumamente snob. Fulanito y Menganita se comieron unas ortiguillas de mar con litros de albariño blanco en un agradable restaurante y se lo pasaron de muerte antes de volar hacia Oviedo en la avioneta de un amigo. Resumen: somos felices en nuestra excitante vida, a diferencia del vulgo que trabaja de lunes a viernes.
3º/ En BCN todos somos multimillonarios y vivimos en la zona más cool de Pedralbes. Somos vecinos de la Infanta de Naranja y, aparte de no pegar golpe, nuestra única preocupación en la vida es lo mucho que nos pica la entrepierna. No es necesario aclarar que todos los barceloneses somos artistas ultrasensibles y que pintamos cuadros con el codo, eso si, con un gran sentido de la expresividad plástica.
1º/ La película, aparte de demostrar que el pobre Woody chochea, es un reportaje turístico patrocinado por la Cambra de Comerç i Turisme de Barcelona con el fin de atraer hacia la city al turista con VISA XXL. De hecho, estuve el otro día en el Raval y en lugar de putas, yonquis y delincuentes estaba lleno de turistas anglosajones dejándose 50 euros por cabeza en restaurantes recién decorados. (Ni tanto ni tan calvo, como se suele decir)
2º/ El ritmo narrativo de la peli es infantiloide, ridículo y sumamente snob. Fulanito y Menganita se comieron unas ortiguillas de mar con litros de albariño blanco en un agradable restaurante y se lo pasaron de muerte antes de volar hacia Oviedo en la avioneta de un amigo. Resumen: somos felices en nuestra excitante vida, a diferencia del vulgo que trabaja de lunes a viernes.
3º/ En BCN todos somos multimillonarios y vivimos en la zona más cool de Pedralbes. Somos vecinos de la Infanta de Naranja y, aparte de no pegar golpe, nuestra única preocupación en la vida es lo mucho que nos pica la entrepierna. No es necesario aclarar que todos los barceloneses somos artistas ultrasensibles y que pintamos cuadros con el codo, eso si, con un gran sentido de la expresividad plástica.
Este cuadro lo hizo un niño barcelonés de 4 años embadurnando una radiografía del intestino grueso de su abuela.
4º/ Lo único positivo de la película es la participación de la guapísima Rebecca Hall, injustamente discriminada en el orden de reparto, cuando es una de las principales protagonistas. Aunque bueno, hay que reconcer que Scarlett tampoco está nada mal.
5º/ A Javier Bardem y Pé creo que se les ha subido la fama a la cabeza. A ver si pisan con los pies en el suelo, que no hay para tanto. Si Hollywood fue capaz de darle un Óscar a Almodóvar por un bodrio como "Hable con ella" tampoco es de extrañar que se lo hayan dado a esta tontería de película.