Dentro de la recurrente estrategia de los americanos de inventarse héroes y antihéroes, villanos y hombres santos, como si la política internacional fuese un cómic de la Marvel, uno se pregunta si Julian Assange y su página de filtraciones no puede acabar convirtiéndose en la excusa perfecta para restringir opciones en la red.
Hoy en día nadie cree seriamente que Osama Bin Laden urdiera él solo los atentados contra las Torres Gemelas. Un sinfin de personajillos sacaron muy buena tajada del "ataque". Unos, apoderándose del petróleo de Irak y del opio de Afghansitan, otros cobrando primas del seguro tras haber alquilado ambos edificios siete semanas antes, otros con grandes negocios de "reconstrucción" de los países "liberados", etc etc etc.
Así pués, vemos como los americanitos son especialistas en crear historietas bélicas para conseguir carambolas y pretextos a favor de sus intereses. La diabólica estrategia causa-efecto, en el caso Wikileaks, sigue la misma dinámica que los atentados del WTC. Tenemos un "enemigo". Un enemigo que amenaza la "seguridad nacional". Un enemigo al que no le importa difundir lo que no es más que burdo espionaje. ... Ergo, para evitar que ese enemigo deje de difundir informaciones vitales para la "seguridad"... ¿qué mejor que comenzar a ponerle puertas con cerrojos a Internet? De ahí que la ministra Glez-Sinde, buena lacaya de los intereses del imperio, se haya apresurado a cumplir el mandato, cerrando páginas webs donde se hacían intercambios. Hoy son intercambios de derechos protegidos, mañana serán intercambios de información pura y simple.
De momento se le concede el beneficio de la duda, pero sobre Assange, héroe post-grunge de la resistencia mundial, recaen ya algunas acusaciones de ser un invento de la CIA. Otros lo relacionan con el multimillonarios Georges Soros. Verdad o no, el tiempo se encargará de confirmarlo. Por lo pronto es preferible que Assange sea lo que aparenta ser.
Hoy en día nadie cree seriamente que Osama Bin Laden urdiera él solo los atentados contra las Torres Gemelas. Un sinfin de personajillos sacaron muy buena tajada del "ataque". Unos, apoderándose del petróleo de Irak y del opio de Afghansitan, otros cobrando primas del seguro tras haber alquilado ambos edificios siete semanas antes, otros con grandes negocios de "reconstrucción" de los países "liberados", etc etc etc.
Así pués, vemos como los americanitos son especialistas en crear historietas bélicas para conseguir carambolas y pretextos a favor de sus intereses. La diabólica estrategia causa-efecto, en el caso Wikileaks, sigue la misma dinámica que los atentados del WTC. Tenemos un "enemigo". Un enemigo que amenaza la "seguridad nacional". Un enemigo al que no le importa difundir lo que no es más que burdo espionaje. ... Ergo, para evitar que ese enemigo deje de difundir informaciones vitales para la "seguridad"... ¿qué mejor que comenzar a ponerle puertas con cerrojos a Internet? De ahí que la ministra Glez-Sinde, buena lacaya de los intereses del imperio, se haya apresurado a cumplir el mandato, cerrando páginas webs donde se hacían intercambios. Hoy son intercambios de derechos protegidos, mañana serán intercambios de información pura y simple.
De momento se le concede el beneficio de la duda, pero sobre Assange, héroe post-grunge de la resistencia mundial, recaen ya algunas acusaciones de ser un invento de la CIA. Otros lo relacionan con el multimillonarios Georges Soros. Verdad o no, el tiempo se encargará de confirmarlo. Por lo pronto es preferible que Assange sea lo que aparenta ser.