Mirando tiernamente la imagen del niño recién nacido en el pesebre, el papa Penedicto aseguró que jamás volverá a acercarse a la infancia, para no levantar sospechas. Durante la misa del gallo, el capo de la camorra vaticana aseguró que los niños son quienes van buscando rollo constantemente y que la culpa es de las madres, que van vestidas como putas. La pederastia que ha asolado su organización mafiosa durante siglos, según Penedicto, es una mentira de la prensa atea, la cual busca destruir la "educación" cristiana de los niños con falsos episodios donde el amor fraterno de Dios se confunde con el amor perverso de Nanny Sex. "Es una campaña blasfema de los enemigos de Dios", ha afirmado el XVI, mientras el gallo huía de la misa y los niños salían pitando hacia sus play-stations.