El giliposaurus, también conocido como tontolculsaurus necius, fue el último reptil de gran tamaño en extinguirse. Tras la hecatombre, en lugar de desaparecer como el resto de su especie, de forma ordenada y sin dar el cante, no, el giliposaurus se negó a aceptar la realidad y continuó por un tiempo sobre las estepas siberianas con su espectacular bramido. En paz descanse. Pobre bicho.