Enorme película alemana del 2008, dirigida por Uli Edel. El film describe a la perfección el ambiente de la extrema izquierda alemana -y europea- a finales de los 60 y principios de los 70. Para los que conocimos esta historia de lejos, sin apenas entrar en detalles, hay varias cuestiones que sorprenden bastante.
**Primero, la gente en aquella época fumaba hasta en la ducha. El número de pitillos que los protagonistas del film se encienden durante todo el metraje es incontable. Casi los empalmaban. Hoy en día, aparte de terroristas, serían acusados por vulnerar de forma sistemática la ley antitabaco.
**Segundo: el número de mujeres en esa organización terrorista era casi igual que el de hombres. Todas ellas manejaban con destreza la metralleta, ajusticiando sicarios del Capital sin que apenas se les corriera el rimmel.
**Tercero: Dos de las principales integrantes de la organización lo dejan todo (marido, hijos, familia) para dedicarse exclusivamente a la acción revolucionaria.
**Cuarto: la organización comprendía tanto a periodistas intelectuales de extrema izquierda pero de buena familia (Ulrike Menhof y Gudrun Ensslin) como a macarrillas semidelincuentes educados en los correccionales de menores, como era el caso de Andreas Baader. Todos ellos unidos por su afición a la ultraviolencia como única salida contra el sistema. Nada extraño, además, porque la extrema izquierda de aquel tiempo trataba de integrar a los inadaptados de la sociedad con filosofías alternativas como la antipsiquiatría y ponía especial énfasis en la fuerza revolucionaria que el delincuente lumpenproletario, especialmente el juvenil, llevaba en su interior.
**Quinto: sorprende que la juventud estuviera tan rebotada en una época en la cual gozaban de un alto grado de bienestar. Eran gente que tenían todas sus necesidades materiales cubiertas, aunque vivían en conflicto permanente con la generación de sus padres, una gente que había crecido en un mundo muy distinto, dominado por valores radicalmente opuestos. Y más en Alemania, donde muchos exnazis continuaban en activo, tanto en el sector público como en el privado.
**Sexto. Sorprende sobre todo que un grupo que nació dentro del más espartano amateurismo consiguiera poner en jaque al Estado Alemán.
Dentro del guión previsto, la cinta cubre religiosamente el itinerario de la RAF desde sus orígenes en el entorno estudiantil, pasando por su especialización en guerrilla urbana (con cursillo en Jordania incluido) y su consolidación como enemigo público del Estado. La trama encuadra hechos como el asesinato de varios atletas judíos en las olimpiadas de 1972 por parte de los aliados palestinos de la RAF, y el rocambolesco secuestro de un avión que finalizó con el presunto suicidio de los principales líderes de la organización dentro de la prisión. El mito había nacido. Una segunda hornada de militantes de extrema izquierda, que ni siquiera conocieron a Andreas Baader y Ulrike Meinhof continuó con la labor hasta los años 90.
La delicada temática que trata este film suscitó en su día críticas desde varios puntos de vista. Desde la izquierda afín se veía un intento de banalizar y ridiculizar a los integrantes de la banda como un grupo de niñatos que desfogaban las frustraciones de su aburrida vida adoptando un rol de falsos libertadores, a la vez que generaban un baño de sangre injustificable. Desde la derecha, se criticó que se dotaba a un grupo de terroristas de cierto aire chic, como si el asesinato a golpe de metralleta, las bombas indiscriminadas y los atentados fueran algo cool. Como siempre, se puede hallar una interpretación a medio camino entre una cosa y otra. Como dijo alguien por ahí, los piratas también eran unos asesinos despiadados y hoy en día se consideran personajes románticos y encantadores.
El colofón de todo ello es algo un tanto desconocido por el gran público, a pesar de que se hace referencia a ello en Wikipedia. La Fracción del Ejército Rojo fundada por Baader y Meinhof continuó nutriéndose de elementos descontentos de la sociedad mucho tiempo después de la misteriosa muerte de sus fundadores. Durante los años 80 y 90 la RAF continuó con sus acciones, cada vez más aisladas y centradas en las necesidades de financiación. Es algo que muchos de los que hablan de terrorismo no suelen tener en cuenta. Los grupos terroristas, con el tiempo, acaban convirtiéndose en simples forajidos que tienen en el terror una actividad empresarial. Son grupos que ya no saben vivir de otra cosa. La costumbre y la tradición les hace depender exclusivamente del atraco y la extorsión. Tal es el caso de ETA, de la cual se sabe que necesita una determinada cantidad de dinero al año para funcionar, de modo que muchos de sus miembros hacen de eso el único modelo de vida que conocen.
Tradición, enquistamiento o costumbre, la postrera acción conocida de la RAF fue en 1999, un año después de la oficial disolución de la banda. Los dos últimos miembros conocidos de la organización asaltaron, con perfecto dominio de las técnicas de guerrilla urbana, un furgón blindado en Duisburg, llevándose un botín de más de un millón de marcos. Nunca más se volvió a saber de ellos.
(By Extralagarta)
**Segundo: el número de mujeres en esa organización terrorista era casi igual que el de hombres. Todas ellas manejaban con destreza la metralleta, ajusticiando sicarios del Capital sin que apenas se les corriera el rimmel.
**Tercero: Dos de las principales integrantes de la organización lo dejan todo (marido, hijos, familia) para dedicarse exclusivamente a la acción revolucionaria.
**Cuarto: la organización comprendía tanto a periodistas intelectuales de extrema izquierda pero de buena familia (Ulrike Menhof y Gudrun Ensslin) como a macarrillas semidelincuentes educados en los correccionales de menores, como era el caso de Andreas Baader. Todos ellos unidos por su afición a la ultraviolencia como única salida contra el sistema. Nada extraño, además, porque la extrema izquierda de aquel tiempo trataba de integrar a los inadaptados de la sociedad con filosofías alternativas como la antipsiquiatría y ponía especial énfasis en la fuerza revolucionaria que el delincuente lumpenproletario, especialmente el juvenil, llevaba en su interior.
Meinhof, Baader, Ensslin
**Quinto: sorprende que la juventud estuviera tan rebotada en una época en la cual gozaban de un alto grado de bienestar. Eran gente que tenían todas sus necesidades materiales cubiertas, aunque vivían en conflicto permanente con la generación de sus padres, una gente que había crecido en un mundo muy distinto, dominado por valores radicalmente opuestos. Y más en Alemania, donde muchos exnazis continuaban en activo, tanto en el sector público como en el privado.
**Sexto. Sorprende sobre todo que un grupo que nació dentro del más espartano amateurismo consiguiera poner en jaque al Estado Alemán.
Dentro del guión previsto, la cinta cubre religiosamente el itinerario de la RAF desde sus orígenes en el entorno estudiantil, pasando por su especialización en guerrilla urbana (con cursillo en Jordania incluido) y su consolidación como enemigo público del Estado. La trama encuadra hechos como el asesinato de varios atletas judíos en las olimpiadas de 1972 por parte de los aliados palestinos de la RAF, y el rocambolesco secuestro de un avión que finalizó con el presunto suicidio de los principales líderes de la organización dentro de la prisión. El mito había nacido. Una segunda hornada de militantes de extrema izquierda, que ni siquiera conocieron a Andreas Baader y Ulrike Meinhof continuó con la labor hasta los años 90.
La delicada temática que trata este film suscitó en su día críticas desde varios puntos de vista. Desde la izquierda afín se veía un intento de banalizar y ridiculizar a los integrantes de la banda como un grupo de niñatos que desfogaban las frustraciones de su aburrida vida adoptando un rol de falsos libertadores, a la vez que generaban un baño de sangre injustificable. Desde la derecha, se criticó que se dotaba a un grupo de terroristas de cierto aire chic, como si el asesinato a golpe de metralleta, las bombas indiscriminadas y los atentados fueran algo cool. Como siempre, se puede hallar una interpretación a medio camino entre una cosa y otra. Como dijo alguien por ahí, los piratas también eran unos asesinos despiadados y hoy en día se consideran personajes románticos y encantadores.
El colofón de todo ello es algo un tanto desconocido por el gran público, a pesar de que se hace referencia a ello en Wikipedia. La Fracción del Ejército Rojo fundada por Baader y Meinhof continuó nutriéndose de elementos descontentos de la sociedad mucho tiempo después de la misteriosa muerte de sus fundadores. Durante los años 80 y 90 la RAF continuó con sus acciones, cada vez más aisladas y centradas en las necesidades de financiación. Es algo que muchos de los que hablan de terrorismo no suelen tener en cuenta. Los grupos terroristas, con el tiempo, acaban convirtiéndose en simples forajidos que tienen en el terror una actividad empresarial. Son grupos que ya no saben vivir de otra cosa. La costumbre y la tradición les hace depender exclusivamente del atraco y la extorsión. Tal es el caso de ETA, de la cual se sabe que necesita una determinada cantidad de dinero al año para funcionar, de modo que muchos de sus miembros hacen de eso el único modelo de vida que conocen.
Tradición, enquistamiento o costumbre, la postrera acción conocida de la RAF fue en 1999, un año después de la oficial disolución de la banda. Los dos últimos miembros conocidos de la organización asaltaron, con perfecto dominio de las técnicas de guerrilla urbana, un furgón blindado en Duisburg, llevándose un botín de más de un millón de marcos. Nunca más se volvió a saber de ellos.