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20140217

A Carrero Blanco lo mató la CIA

En 1973, la España de Franco estaba bajo la tutela de la "agencia de operaciones encubiertas" de los EEUU. Era una situación inalterable desde que Ike visitó el país en 1959. El flujo de dinero para la depauperada autarquía española, con un plan Marshal B por debajo de la mesa, se mantenía sin interrupciones. Los americanos tutelaban la lenta evolución del último "anticomunista" de Occidente, sin olvidarse de instalar unas cuantas bases militares. Algunos analistas creían que Franco estaba alargando innecesariamente su "reinado" y trataban de convencerle de que abriera un período constituyente hacia la "democracia". Es seguro que los americanos tenían un pavor tremendo de que el alargamiento de la dictadura fascista contemplara una radicalización comunista en el país. Cualquiera que vivió los últimos estertores del dictador sabe que España era un caldo de cultivo para la extrema izquierda. 
Por tanto, era necesario y urgente "democratizar". Recordemos que los EEUU siempre "democratizan" todo aquello que se puede democratizar, según su particular criterio democrático. Un año antes, se encargaron de democratizar Grecia y Portugal, con una de esas revoluciones de terciopelo que tan bien saben organizar. Lástima que en Irán [1953] y Chile [1973], entre otros, el terciopelo fuera sustituido por el papel de lija.
 
En España no obstante había un problema. El listo, rudo y correoso dictador gallego se mostraba decidido a perpetuar su "cruzada" y para ello había nombrado un delfín: el almirante Carrero Blanco. Los americanos y su agencia de operaciones encubiertas habían apostado por otro caballo. Ellos ya habían elegido al Borbón Juan Carlos para la sucesión. Les parecía más cosmético y lógico. Incluso eligieron  a los líderes que acabarían por darle una apariencia democrática a Spain en el medio plazo, como es el caso de Felipe González.
 
Así pues, los yanquis se encontraban de repente con un obstáculo en sus planes. No les interesaba en absoluto que la dictadura del general Franco se prolongara ni un solo día más.

Eso de que la ETA es un grupo de liberación del pueblo vasco no es más que uno de los muchos camelos que nos han explicado durante  años. NO: ETA surgió de los servicios secretos vascos, dependientes de la estructura del PNV en el exilio. Esos servicios secretos vascos, tan bien definidos por Arzallus en uno de sus libros, tenían completa obediencia al eje Londres-Washington. Trabajaron para los americanos pasando informes sobre las actividades de los comunistas españoles en el exilio, por ejemplo. Al formarse la CIA a finales de los años 40, los americanos prescindieron de los servicios de la red vasca de espionaje. Y de ahí surgió ETA.
 
Así pues, tenemos a los americanos con un serio problema en España: ni más ni menos que un dictador tozudo -y gallego- que no cumplía con las directrices "democratizadoras" dictadas desde Washington. Era necesario echar mano a estrategias menos refinadas que la diplomacia. Como en Irán, Guatemala, Chile, Kennedy, etc. Sencillamente decidieron cargarse al almirante Carrero Blanco, una pieza incomoda que amenazaba con perpetuar el Régimen. Franco se había convertido en un peón molesto en el tablero, de la misma forma que Mubarak en Egipto. Había que sustituirlo por algo que sustancialmente fuera lo mismo, pero con una apariencia distinta.
 
Contactaron raudamente con sus antiguos aliados vascos y les dieron la cobertura necesaria para enviar al "reino de los cielos" a Carrero. En 1973 una dictadura histérica controlaba hasta los últimos resortes de la vida pública. Un atentado en la zona pija de Madrid, a escasos metros de la embajada americana...
Cuatro terroristas piltrafillas de una organización en aquellos tiempos amateur "vigilaban" libremente al presidente del gobierno, equivalente hoy a Mariano Rajoy. Cabaron un túnel por debajo de una calle, desplazaron explosivos e hicieron volar parabólicamente un coche blindado por encima de un edificio.

Vamos, cualquiera que sepa como funcionan los servicios de seguridad del Estado, sobre todo los de una dictadura histérica, sabe que eso es imposible sin "cobertura". Cobertura: eso es lo que tuvo la ETA en esa ocasión. Y se la brindaron los amigos de la CIA.

El último peón de Franco desconocía que no estaba hablando con un aliado, sino con su verdugo.

Una curiosidad: Kissinger visitó España el 19 de diciembre de 1973. El atentado se produjo el 20. Es como una especie de chiste macabro.  ¿Kissinger? ¿Atentado? ¿Muerte? ¿Cambio político? ¿Un grupo terrorista programando un atentado para el día siguiente? ¿A menos de 150 metros de la Embajada americana? La sola conjugación de estos seis elementos sólo puede llevar a una conclusión clara.