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20130726

Como llegar a ser tan rico como Guillermo Puertas

Conseguir una beca de 16.000 dólares al mes con la que desarrollar aplicaciones como poner una goma conectada a un sensor en una carretera y así saber cuantos coches pasan sólo se consigue con un talento fuera de lo común. Es como fabricar un teléfono con dos envases de yogur y un cordel. Son sistemas que no podrían ser implementados por cualquiera. Parece simple, pero sólo individuos superdotados como Guillermo Puertas pueden alcanzar tales grados de cretividad.

El arte de llegar a ser tan rico como Guillermo Puertas comienza con hechos que a veces pueden parecer insignificantes, pero no lo son. Los hombres que se hacen a sí mismos están hechos de otra pasta. O directamente están hechos de ella.

Con este tutorial  pretendemos popularizar los métodos con los que el CEO de Corporación Microsuave consiguió su enorme fortuna.

Lección 1: Es algo muy básico. A/ Elige con cuidado a tus padres y asegúrate de que éstos han hecho lo mismo con los suyos. B/ si A no te sirve para conseguir mucha pasta, puedes casarte con ella C/ Si A y B no dan resultado, no queda más remedio que atracar, estafar, timar, tocomochear, hacerse informático, político, banquero, etc, etc, etc...." Guillermo Enrique Puertas y Ventanas optó por la opción 1A mientras nadaba en su placenta de lujo, configurando con ello un futuro muy prometedor. Sus abuelos habían hecho tan buena elección como sus padres. El bisabuelo del muchacho, Maximiliano el Bueno, resultó ser el fundador del Banco Nacional de la ciudad de Seattle allá por 1906. Su hijo, Jaime Guillermo Buenísimo fue a su vez banquero y estableció un fondo fiduciario de millones de dólares para que el recién nacido Guillermito pudiera implementar sus futuras deformaciones informáticas. Bien pronto el niño fue animado a tomar riesgos empresariales. Su fondo fiduciario daba para riesgos, e incluso para suicidarse si quería.

Lección 2:  Un joven preguntó a un viejo rico cómo hizo su dinero. El viejo acarició su chaleco de terciopelo y dijo:"Bueno, hijo, corría el año 1932, en lo más profundo de la Gran Depresión. Sólo me quedaban cinco centavos en el bolsillo. Entonces los invertí en una manzana. Me pasé todo el día puliendo la manzana y, al final del día, la vendí por diez centavos. A la mañana siguiente, invertí esos diez centavos en dos manzanas. Me pasé todo el día puliéndolas y las vendí a las 5 de la tarde por 20 centavos. Seguí este sistema durante un mes, al final del cual había acumulado una fortuna de 1 dólar con 37 centavos. Por supuesto durante todo ese tiempo no comí ninguna manzana. Y entonces mi suegro murió y nos dejó dos millones de dólares". El padre de Guillermo y su madre, María Maxibuena, eran la élite social y económica de Seattle. Él era un prominente abogado corporativo, mientras que ella era miembro del consejo del Banco Interestatal del Nordeste del Pacífico. En realidad el Banco llegaba hasta el Índico, pero decidieron limitarlo a un solo mar para que cupiera el rótulo en la fachada. Ella, además, formaba parte del consejo de administración de una empresa junto a un alto ejecutivo de IBM. Éste bien pronto se dio cuenta del talento natural del joven Guillermito. Aquel niño implementaba paridas con formato 2.0 y decía palabrejas como basic input output sin apenas atragantarse. El Mesías-DOS acababa de ser configurado. Rápidamente, Guillermito fue enviado a la más exclusiva escuela de Seattle, donde la matrícula en 1967 era de 5.000 napos al mes. Sus compañeros de pupitre también hicieron sustanciosos negocios. Las licencias de telefonía móvil se cambiaban en el patio como si fueran cromos del Tigretón. Además vendían fotos de Monica Lewinsky con un ligero resplandor en los labios.

Lección 3: Adquirir los resultados de investigaciones mediante la contratación de científicos brillantes [mentalmente], pero piltrafillas [económicamente] es la regla de oro para no pasarse el día en el laboratorio como una polilla dentro de un armario. La sabiduría económica convencional sostiene que los monopolios están en una posición dominante y pueden, y deben, abducir a cualquiera que se atreva a sacar un producto bueno al mercado. Si se quiere llegar a ser tan rico como Puertas, hay que recordar que es más barato esperar a que una pequeña empresa haga algo original y luego comprarlo. Eso es lo que hizo Guille con uno de sus productos estrella: Correo Caliente. Sólo con el nombre se instalaba sólo.
Lección 4: Deje que otras personas programen e implementen. Las vacaciones en Nueva Zelanda y Groenlandia son más importantes que perder el tiempo vestido con una bata blanca. Java, Oracle, SAP, etc. son sólo el producto del trabajo de ratas de laboratorio. Nadie se hace rico con la mentalidad de un hamster. Especialmente cuando se trabaja en tortuosos lenguajes que no los entiende ni su padre.

Lección 5: Dirigir una empresa de más de 50 personas es duro y fatigoso. Especialmente cuando se dispone de una alta sensibilidad para las obras de arte, relojes y Ferraris de alta gama. Se pasa más tiempo de lo que sería razonable sentado en aburridas reuniones o escaneando documentos en busca de errores 404. La tentación está en entregar el mando al primer gerente profesional que se presente. Eso es lo que dicta la fórmula capitalista de riesgo estándar. Pero Guillermo Puertas reformateó esa idea de negocios. Contrató a un perro servil que estuvo haciendo su trabajo durante 20 años. Y entonces, va venga, le dio un puesto en el consejo de adminsitración.

Lección 6: La beneficiencia es buena. La beneficencia desgrava. La beneficencia es marketing adicional para tu grupo de empresas. La filantropía mejora tu imagen. Ir por el mundo comprando cuadros de 17.000.000 de dólares no es incompatible con repartir las migajas del bocadillo. Una foto con dos lindos negritos es una buena inversión. Guillermo Puertas lo entendió a la primera en un seminario que hizo en Yale. De ahí que él y su esposa Melinda vayan por el mundo filantropeando con dos gigas de velocidad ampliables.

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