The Salvation Army fueron una banda de los Angeles, perteneciente al movimiento Paisley Underground. Por problemas legales con el Ejército de Salvación se vieron obligados a cambiar su nombre por el de The Three O'Clock. En un momento en que los fachion New Romantics y sus torturas en forma de tecno-pop dominaban el planeta Tierra, el Paisley Underground fue bien recibido por su calculada forma de reciclar la psicodelia de los 60's. Era una auténtica patada en el culo a la tecnología; una especie de neojipismo filtrado por el realismo del punk. Las tonterías idealistas se habían acabado, pero quedaba la brillantez de la época. Atractivo al 100% para los que estábamos más que hartos de las horteradas que surgían de la Gran Bretaña.
La banda estaba formada por Michael Quercio [voz, bajo]
Troy Howell [batería, kalimba]
Louis "Gregg" Gutiérrez [guitarra, teclados]
y el productor HB Lovecraft. Demostraron tener mucho valor para rescatar esta estética en pleno 1982. Era el momento menos adecuado para sacar del armario el flower-power. La crítica y los ultramodernos podían lapidar a cualquiera que se atreviera a hacer algo así.
Los grupos de los 60's hubieran sido mejores de haber tenido medios para sonar con más contundencia. Afortunadamente, a partir de 1980 muchas jóvenes bandas, previo paso por la academia del punk, rescataron los valores del rock psicodélico de mediados de los 60's, para mayor gloria de la civilización y para hacerme disfrutar a mi. Este evocador She turns to flowers tiene todos los ingredientes que tanto me gustan: contundencia punk + efervescencia psicodélica. No se puede pedir más.
Sólo por esta portada se merecen el premio Nobel |
Los grupos de los 60's hubieran sido mejores de haber tenido medios para sonar con más contundencia. Afortunadamente, a partir de 1980 muchas jóvenes bandas, previo paso por la academia del punk, rescataron los valores del rock psicodélico de mediados de los 60's, para mayor gloria de la civilización y para hacerme disfrutar a mi. Este evocador She turns to flowers tiene todos los ingredientes que tanto me gustan: contundencia punk + efervescencia psicodélica. No se puede pedir más.