Antes que Travolta, antes que Nureyev, antes que los bailes de las bodas de Canaán... existió el Bailongosaurius, un extraño pollo de dos metros de alto, antepasado de nuestras actuales gallinas. Según investigaciones del experto israelita Salomon Ben Tarao, esta subespecie del bailoceraptus tremens habitó cerca de Tel-Aviv, y puede considerarse el indicio más antiguo de la existencia del baile. Invento, por supuesto, de hebreos descendientes directos de Jacob. Tal como dice el Talmud:
ריקוד.
אני מבלה ריקוד היום.
ובינתיים השכנים.
הם לא יפסיקו להטריד.
Traducción: Bailando, me paso el día bailando. Y los palestinos vecinos mientras tanto, no paran de molestar.
Después del éxito de su enésimo folletín sobre éxodos de judíos polacos, el director estadounidense Stephen Spilferg nos invita a pasar una agradable tarde en familia con las aventuras de esta gallinácea prehistórica. Estreno el 30 de febrero.