El cine de aventuras contiene siempre un elevado grado de exageración. Los guionistas se esfuerzan en relatar espectaculares odiseas que muchas veces, analizadas detenidamente, son sencillamente delirantes.
Es lo que ocurre con esta película. Está basada en la historia de Hugh Glass, un famoso trampero y frontiersman estadounidense, legendario por sus exploraciones en el Oeste durante los primeros años del siglo XIX. La acción se sitúa sobre 1820 en un campamento de cazadores de pieles. Los pegotes son de tal envergadura que hacen del guión una historia infumable:
1º - El campamento es atacado por los indios pawnee en una auténtica orgía de violencia. Hay de todo: flechas, armas de fuego, dinamita, cañonazos, hachas, machetes, etc. No obstante, Glass y algunos compinches consiguen escapar con tan sólo unas magulladuras. [Bueno, vaaaaaa....]
2º - A bordo de una rudimentaria barcaza, marchan Misuri abajo hasta alejarse de los indios. Glass sabe que hay rápidos muy violentos más adelante, pues es el único que conoce la zona. Así que manda desembarcar en una ensenada del río. Algunos de sus hombres se enfadan porque consideran la decisión un error, dado que los indios encontrarán su rastro. No obstante acampan en un lugar del bosque y esconden las pieles que portan para volver a buscarlas más adelante. Y es entonces cuando Glass sufre el ataque de una osa grizzly. La osa le pega unos 7 zarpazos en el busto. En uno de ellos, le levanta del suelo casi un metro y le hace girar de espaldas. Amorrado contra el barro, nuestro héroe sufre otros tantos golpes de garra y mordiscos en el torso. Glass va cubierto tan sólo por una chaqueta de cuero, y la osa tiene dos patas delanteras, armadas con 10 afiladas garras de unos 7 cm. de longitud, que se impulsan con la fuerza de sus 400 kg. de peso. Tan sólo el golpe de un pata sobre el tórax te rompe las costillas.
[A ver quien sobrevive a esto...]
Pero el ataque no acaba ahí. De repente la osa oye el gemido de su osezno y se marcha. Glass, que debería estar inmóvil y boquiabierto viendo su vida pasar hacia atrás en cámara rápida, carga tranquilamente su mosquetón, pues sabe que el animal volverá a rematarlo. Efectivamente, apenas un minuto después la osa cae de nuevo sobre él. Consigue dispararle en todo el morro, pero no la mata. Para nada: la plantígrada está furiosa, y esta vez el palizón incluye unos ochenta golpes de zarpa, y un número similar de mordiscos, sobre el dolorido cuerpo de nuestro protagonista. Al final ambos caen rodando por una pendiente de unos 25 metros y, llegados abajo, el cadáver de la osa, de 400 kilos, cae sobre él. [Digamos que este es el momento de llamar a un cura para que le dé la extremaunción a Glass, o directamente al enterrador... Pero no, estamos hablando de un héroe norteamericano encarnado por Leonardo di Caprio, por favor...]
3º - Parte del grupo decide llegar hasta el fuerte para pedir ayuda. El pobre Glass está moribundo y no lo pueden transportar. Así que se queda a cargo de uno de los hombres que más le odia. Éste teme que los indios les den caza y quiere huir. Intenta estrangular a Glass, arrastra su cuerpo por el suelo y lo muele a palos. [Pero aún así sigue vivo, ¡increíble!]
4º - Después de todo lo sufrido y relatado, aún hay más. Glass arrastra su cuerpo molido por el bosque y sobrevive gracias a una dieta de carroña a unos 20º bajo cero. Cualquiera que haya visto cuatro películas sobre Stalingrado sabe que un hombre en semejantes condiciones, y con semejante menú, debería morir de escorbuto, tifus, hipotermia, fiebres tifoideas o directamente de asco entre vómitos y violentas diarreas. [Pero los guionistas de esta peli van de sobraos y están dispuestos a todo...]
5º - En un estado deplorable en el que debería haber muerto ya tres veces por lo menos, Glass arrastra sus huesos durante 25 km. comiendo a duras penas lo que se encuentra por ahí. Al final consigue llegar a orillas del Misuri y bebe un poco de agua. [Lleva 25 días con las heridas infectadas, sin beber agua que no contenga insectos muertos, y comiendo vísceras... ¡¡¡y todavía no le ha atacado una alimaña, un lobo, otro oso, ni ha visto sobrevolar los buitres sobre su cabeza!!! Alucinante...] Mientras lava sus heridas, que no son pocas, de repente se presentan allí, muy oportunos, los indios pawnee. Están muy cabreados porque los blancos han raptado a la hija de su jefe. Glass se sumerge en el agua, agarrándose a unas rocas, pero los pieles rojas le descubren. No le queda más remedio que abandonarse a la corriente del río. Con el cuerpo molido y el estómago revuelto, Glass es arrastrado por las turbulentas aguas unos cinco km. sin ahogarse para nada. [Llegados a este punto una persona normal habría muerto unas cuatro veces, pero estamos hablando de un héroe mítico del Far West, a ver...]
6º - Al final Glass se encuentra con un indio solitario gracias al cual consigue recuperarse. Pero sus desventuras no han acabado. Unos forajidos franceses que vagan por allí robando y saqueando matan a su amigo indio y le persiguen por una estepa helada. Al final del camino, Glass y su montura caen por un precipicio de unos 75 metros de profundidad, sobre un colchón de frondosos abetos. El caballo acaba destripado en el fondo del barranco, pero Glass sólo sufre unas cuantas contusiones. Y encima como se hace de noche y hace un frío que pela, se desnuda, abre la panza del caballo y se mete dentro para no congelarse. [A estas alturas ya tienes dudas de si Glass no es Superman disfrazado... en fin]
Este excepcional y pintoresco film de aventuras ha sido dirigido por el director mexicano Alejandro González Iñárritu y está protagonizado por el susodicho di Caprio, en el papel de Glass. Al parecer lo están nominando para el Oscar y todo. Yo, en lugar de "El Renacido" lo hubiera titulado "El Inmortal" o "El tío que tenía más vidas que un gato".
La publicidad dice que la película está basada "en hechos reales" [¡Sí, hombre!].