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20160804

Tendencias21: Pasión por la geoestrategia

Durante la Guerra Fría, el análisis de los conflictos internacionales era sumamente fácil. Hasta un analista aficionado de 14 años era capaz de ubicar los peones en el tablero. De un lado, siempre estaban los soviéticos. Del otro, Nixon y Kissinger. Por ejemplo: había un conflicto en Vietnam. Detrás de los rojos estaba la Unión Soviética. Del otro, los norteamericanos, que trataban de frenar el avance del comunismo. Había un golpe de estado en Chile. Análisis facilón. De un lado, estaba un gobierno socialista de inspiración marxista leninista que quería nacionalizar las minas de cobre y, de otro, estaban los militares y la oligarquía local, apoyados por Washington. ¿Quién no recuerda al agregado de negocios de la embajada americana? Todo un clásico. Las relaciones internacionales eran un juego entre dos actores claramente identificados. No se necesitaban análisis muy complejos para entender lo sucedido. 

Eso fue hace más de 40 años. Hoy en día, en el delicado tablero de las relaciones internacionales, nos encontramos con términos como friendnemy [Amigo-Enemigo]. Esto quiere decir, para que nos entendamos, que ya no te puedes fiar ni de tu puta madre. Vivimos en un mundo tan inestable, que mover una silla dentro de una habitación puede derrumbar el edificio. 
El pasado 15 de julio hubo un "golpe de Estado" en Turquía. Vamos a llamarlo "golpe de Estado", por no llamarlo performance en una noche de verano. Fue un evento organizado en el mejor estilo laissez faire. Se trata de un concepto francés que significa "dejar hacer". Unos cuantos oficiales de inteligencia infiltrados en sectores de un ejército rebelde seducen a elementos revoltosos a organizar unas "maniobras" que parecen un golpe, que luego resulta no ser más que una obra de teatro al aire libre. La asonada, surgida de un control remoto muy remoto, acaba siendo la excusa perfecta para que el nuevo Sultán neo-otomano, Recep Tayyip Erdogan, realice otro golpe, esta vez institucional, con una total depuración de la estructura del Estado. Militares, jueces, periodistas, profesores universitarios... ¡Todos a la cárcel! 

Erdogan vivía dentro de una paranoia: la existencia de una estructura paralela a la del poder legalmente establecido, con lo que el "golpe de Estado", por supuesto organizado por él mismo, le sirve de excusa perfecta para hacerse con el control total.

¿Por qué?

La explicación de fondo parece simple, pero los elementos en juego no lo son. Erdogan puede caer simpático -o más bien no- pero dirige un país que está en medio de todas las turbulencias mundiales

Y para comprender una cosa de tal envergadura, los que somos aficionados al análisis de las relaciones internacionales, necesitamos información de primerísimo nivel. Eso es lo que aporta este canal de Youtube que ya hace tiempo descubrí. Se llama Tendencias21 y está dirigido por el periodista Pedro Baños. Cuenta con la participación de periodistas, analistas de inteligencia, arqueólogos, diplomáticos de carrera, etc. Es un programa muy riguroso y, además, tiene la decencia de evitar los contenidos propagandísticos. Se basa única y exclusivamente en el análisis racional de la situación global. Lo cual es de agradecer.

En el mes de abril de 2016 realizaron este programa dedicado a la situación en Turquía, donde se desvelan muchas de las claves que desembocaron en el "golpe de Estado" del 15 de julio. 

Un canal muy recomendable.