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20170302

4 Zug, los raperos mongoles que instan a dispararle a los chinos

Mongolia es un interesante país situado en medio de la Nada. Hasta hace 20 años, sólo había ganado y pastos. Pero esa situación cambió cuando se descubrieron grandes yacimientos de oro, cobre y carbón en el desierto del Gobi, a 200 kilómetros de la frontera china. Eso es un problema, porque en el mundo actual en cuanto encuentran "yacimientos de" siempre hay un montón de gente dispuesta a echarte una mano. Una mano al cuello, me refiero.

El caso es que a pesar de los espectaculares índices de crecimiento del 12% y más, un tercio de la población sigue viviendo en condiciones muy precarias. Si os dais una vuelta por Ulan Bator, la capital, el centro de la ciudad es bastante normal. Hay mogollón de coches de alta gama y hasta restaurantes italianos. Pero en cuanto te alejas un poco, te encuentras con concentraciones chabolistas como las que había en España hace cincuenta años.
Suburbio en Ulan Bator
Los mongoles concentran todo su odio en los chinos. Hace algunos años, en Ulan Bator el grupo de rap 4 Zug cantaba una canción llamada Buu Davar Hujiaa Naraa [No excedas los límites, chino] con un estribillo que instaba a dispararle a todos, todos, todos los chinos. De hecho, en la capital mongola son muy frecuentes los casos de ciudadanos chinos apaleados.

La rivalidad histórica entre Mongolia y China no es de ahora. Se remonta a los tiempos del Imperio Mongol y la construcción de la muralla china. En los tiempos actuales, Mongolia teme ser devorada por el gigante del sur, que sus mujeres sean compradas con yuanes y que, en definitiva, su cultura sea asimilada por los chinos. Temen que el caso del Tibet se repita, y por eso el Dalai Lama se presentó en el lugar para sacar partido.
Mongoles de pura raza aria
Un artículo publicado por The Guardian en 2010 reveló la existencia del grupo neonazi mongol Tsagaan Khass. Uno de sus miembros mató al novio de su hija porque había estudiado en China. Estan completamente en contra de ser asimilados por la cultura china, pero no les importa seguir modas que nacieron en Munich en el año catapúm.

El odio hacia los chinos es patente incluso en las series de TV. Una de las telenovelas de mayor audiencia en el país se llama La elección. Trata de una joven mongola que vive en un dilema. Puede casarse con un chino rico, viejo, feo y calvo y reunir el dinero necesario para cuidar de su madre moribunda. El hombre chino [rico+viejo+calvo+feo] representa a la perfección la imagen de China a los ojos de los locales y la "elección" de la niña simboliza en todos los aspectos lo que le puede ocurrir a Mongolia en el futuro. [VER]

Resulta loable esa obstinada resistencia a dejarse absorber por una potencia vecina. Sin embargo, uno se pregunta qué hace un grupo de mongoles imitando a la perfección una cultura bastarda procedente de Nueva York.