A principios de los años 70's, se vivía la resaca del hippismo. Fue una época gris llena de canciones country plagadas de melancolía. Fue un clímax de limpio romanticismo made in USA. Los músicos ya no eran rudos rockeros productores de ruido psicodélico. Que va. Se habían civilizado mucho y ahora eran jipis bien peinaos que se lavaban el pelo a diario.
En España mismo, la atmósfera sureña campaba a los cuatro vientos cardinales. Sólo nos faltaban una cuantas vacas y un sombrero de cowboy.
Esto era lo que molaba... |
Las canciones ñoñas procedentes de las estepas polvorientas de los Establos Unidos invadían el éter. A la memoria viene James Taylor con Fire and Rain o Carole King, en compañía del anterior, con You've got a friend. A la onda se subió Neil Young, con su genial álbum de 1972, Harvest. Canciones inolvidables como Old Man o Heart of gold fueron antológicas. Las chicas de larga pelambrera y lánguida mirada tenían un protagonismo especial. Una era Joni Mitchel y, la otra, la bella -quizás bellísima- Emmylou Harris.