No es coña. Un ovni azul fluorescente se plantó en el cielo y anunció la llegada de seres extraterrestres. ¡Por fin!
Eventualmente no se sabe si son de Andrómeda o de Casiopea. Algunos insinúan que vienen de Raticulín, y otros que son las musarañas de Starship Troopers. De momento están estacionados ahí y no han sacado siquiera un megáfono por la ventanilla.
La CNN y el fiscal especial Mueller creen que se trata de una prueba demoledora de que Trump está compinchado con los rusos y que el hijo de Putin en persona está al mando de la nave.
Las imágenes no ofrecen duda alguna. Y los vídeos son escalofriantes. Orson Welles se debe estar mordiendo los puños de envidia en el Más Allá.