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20190505

Retrato del guarimbero venezolano

Hubo un tiempo que Venezuela estuvo gobernada por pijos de mierda [no hay nada peor que un pijo latinoamericano] que detentaban empresas, recursos económicos, medios de comunicación y demás. Todo esto, "lo compartían" generosamente con sus hermanos residentes en Miami y Washington DC. 

Un día, un tipo llamado Hugo Chávez [a quien llegaron a comparar con un "mono"] les cortó el suministro. Vamos, que se les acabo el el rollito de las telenovelas, a ellos, y a sus amigos en Miami y Washintong DC.

El glorioso Comandante Chávez repartió los dividendos, que antes eran exclusivos de los guarimberos de clase alta, y le dio vivienda, comida y atención sanitaria a otros "monos" como él.

Como todos sabemos, el Comandante Chávez murió de un misterioso cáncer y su sucesor, Nicolás Maduro, se encontró de repente con una sospechosa bajada en el precio del barril de petróleo [principal recurso de Venezuela] y de un interminable estrangulamiento económico en todos los órdenes. Todo ello, obra de los guarimberos y de sus amigos en Miami y Washington DC.

Desde la llegada de Chávez, los antiguos protagonistas de los interminables culebrones venezolanos van, como dijo Ánsar, escupiendo su rencor por las esquinas. Su último representante es Juan Guaidog, un gilipollas patético que en cualquier otro país del mundo estaría entre rejas por promover una rebelión violenta contra un gobierno legítimo y pedir una intervención militar extranjera contra su propio país.
Juan Guaidog, presidente intrauterino de Venezuela

Yo a esto lo llamo alta traición. Desde aquí invito al "régimen" venezolano a que se declare en guerra. Sí, porque los guarimberos y sus amigos de los EEUU han declarado una guerra por lo bajini al país y, por tanto, lo que le corresponde, tanto a Guaidog como al otro presidente intrauterino, el guarimbero terrorista Leopoldo López, no es un juicio normal y corriente, sino un consejo de guerra.

En este vídeo de 2016 podéis ver una "manifestación" de los guarimberos anti-Maduro y podéis comprobar de qué pasta están hechos. ¿Pasta? Bueno, por no decir pomada.