La televisión es el lugar donde la búsqueda de la felicidad se ha convertido en la búsqueda de trivialidades, donde la pasta de dientes y los coches se han convertido en objetos sexuales, donde se aspira a controlar la imaginación de los niños mediante un pezón de rayos catódicos. La televisión es su única nodriza.
La primera vez que escuché esa guitarra sampleada en plan Chuck Berry me quedé impresionado. Este es un gran tema. Un tema cargado de lírica, expresividad, ritmo y sentido crítico. Curioso que en este blog se empiece a hablar de repente de hip-hop, pero no será la última vez.
El hip-hop, denostado género por causa de su horterización vía regeton, es un estilo que en su momento dio muchos momentos de gloria. Entre otros, este Television de Disposable Heores of Hiphoprisy (1991), brillante por su ritmo jazzístico, sus guitarras neuróticas y especialmente por su letra mordaz y lapidaria. Este grupo fue el primero que formó Michael Franti (líder de Spearhead) y tuvo una duración efímera. Con posterioridad hicieron un álbum con letras de William Burroughs, contando incluso con la colaboración de este.
Hace más de diez años que el ordenador sustituyó a la televisión dentro de las preferencias de entretenimiento. Incluso antes de que existiera Internet, sentarse frente a la computadora para escribir, dibujar o simplemente jugar era preferible que tragarse los telebodrios de turno. La tele, en cambio, supone tu anulación como individuo, pone tu cuerpo y tu mente en stand-by... Por un rato, eres un ente suspendido en la inopia.
Había otros vídeos dedicados a este tema, pero le he dedicado un trabajadísimo peterclip: