Amy Winhouse fue una chica judía del norte de Londres que por algún misterio de la naturaleza nació dotada de una prodigiosa voz de contralto negra. Ese registro único la llevó a alcanzar las más altas cumbres de la música. Su afición por el jazz, el soul y el rhythm'n'blues la elevaban tres escalones por encima de todas las demás estrellitas del pop. Desgraciadamente, las drogas se llevaron a Amy a la predestinada edad de 27 años. Por lo que a mi respecta, Amy era hermosa hasta el extertor. Era bella, diferente y especial. Lamenté mucho su muerte.
Mis simpatías por esta mujer comenzaron un poco tarde. Concretamente cuando oí esta versión de It's my party. Amy la grabó para un disco homenaje a Quincy Jones editado en 2010. Es una versión del tema lanzado en 1965 por Lesley Gore. Una de mis canciones 'pop' preferidas de los 60's. La voz de Amy le da un calor especial, hasta el punto que la versión acaba siendo mejor incluso que la original.