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20130830

Asian Dub Foundation

A la hora de hacer un gazpacho los ingredientes los elige el cocinero. Son convenientes tomates grandes un poco maduros. La cebolla se debe dosificar con prudencia. Hay quien mete zanahoria. Otros meten pepino. Otros un diente de ajo. La miga de pan también cumple su papel. Hay que tener cuidado, porque si se hace con pimiento verde queda de un color amarronado poco sugestivo. Si el grado de condensación no es el adecuado, la presentación puede causar náuseas en el consumidor final. Si la dosis de vinagre no es la justa, nuestro gazpacho puede acabar en la taza del water. En lugar de una obra de arte, habremos creado una alegoría de la diarrea.

Las metáforas culinarias suelen tener símiles en la música a millones. ¿Cuántos grupos han mezclado ingredientes tan variados que al final han acabado tirando el cocido a la basura? Me estoy acordando, por ejemplo de muchos superbodrios de mediados de los 70's, que de tanta profusión de elementos acababan produciendo indigestión. Eso no pasa con Asian Dub Foundation. Son el gazpacho perfecto. Combinan elementos tan dispares como la electrónica, el reagge, el dub, el punk-rock, el hip-hop y la música hindú con las proporciones indicadas, consiguiendo un resultado apetecible para el paladar y sobre todo para el oído.
Mi primer encuentro con ellos fue en 1997, como no, a través de Radio 3. Me quedé impresionado con un contundente tema llamado Free Saptal Ram. Fue el primer aviso. De seguida, escuché otro tema del grupo llamado Buzzin. Dos temas seguidos y los dos muy buenos. Era suficiente para despertar mi lado Sherlock. En el año 2000, me los volví a encontrar, esta vez con el lumínico y esplendoroso New way, new life, del que podéis ver un vídeo un poco más abajo. Ese mismo año cayeron por Barcelona, teloneando a Rage Againts the Machine. Obviamente, no desaproveché la oportunidad de ir a verles. Fue un directo contundente con un sonido perfecto. De hecho, los teloneros tendrían que haber sido los otros. El el año 2007, en las Festes de la Mercé, el Achuntament de Barcelona tuvo a bien traerlos a una antigua fábrica de cerveza. En aquel concierto quedó confirmado que nos hallamos ante una de las bandas más importantes del momento actual. Su herencia Clash la pusieron en evidencia cuando tocaron unos compases de London Calling

Un vaso de gazpacho que vale la pena probar.