Para empezar, hay que dejar una cosa bien clara. Hasta el día de hoy, pese a los "múltiples avistamientos" y todo un conjunto de evidencias que rozan el ridículo, nadie ha podido demostrar de forma concluyente la existencia de seres extraterrestres. Menos, que se encuentren entre nosotros y que hayan venido a este planeta en platillos volantes. Tampoco existen pruebas de su presencia en el espacio circundante. No hay constancia alguna de planetas habitados por seres con algún tipo de inteligencia. Los ríos de tinta sobre el Área 51 y Roswell no son más que literatura barata. Las masturbaciones mentales sobre la posible presencia de alienígenas en el planeta Tierra sólo pueden ser consideradas fantasías científicas; parte de la construcción de un mito moderno. Muchos de los argumentos y formatos con los que se pretende fundamentar la existencia de "civilizaciones avanzadas", que surcan los cielos en naves espaciales, son sencillamente delirantes.
No me voy a poner a analizar en profundidad las paranoias colectivas con las que se construyen los mitos en la Historia. En primera instancia, lo más parecido a la literatura sobre extraterrestres lo encontramos en la mitología griega. No sólo en las aventuras fantásticas de los dioses, como Apolo, nacido en una isla flotante rodeada de cisnes, que no era mar ni continente. Apolo mata a un dragón en Delfos y surca las nubes montado sobre un carro de fuego arrastrado por cuatro corceles alados.
Ícaro es otro ser mitológico dotado de alas, que le dio nombre a un cráter en la luna y a un asteriode. La odisea es el patrón-padre de la ciencia-ficción. Se basa en un navegante -del mar, no del espacio- que cubre un periplo a través de un montón de islas -planetas- donde habitan seres fantásticos -extraterrestres-: cíclopes, gigantes caníbales, ninfas, sirenas, pueblos que se alimentan de flores de loto y un largo etcétera. Con La Iliada, Homero vuelve a satisfacer los anhelos épicos de la civilización de su tiempo con un relato -puede que basado en hechos reales- sobre la gesta de los aqueos en la ciudad de Troya, con no poca intervención de los Dioses del Olimpo. Un sinfín de constelaciones y cuerpos celestes llevan nombres surgidos de la mitología griega.
Ícaro es otro ser mitológico dotado de alas, que le dio nombre a un cráter en la luna y a un asteriode. La odisea es el patrón-padre de la ciencia-ficción. Se basa en un navegante -del mar, no del espacio- que cubre un periplo a través de un montón de islas -planetas- donde habitan seres fantásticos -extraterrestres-: cíclopes, gigantes caníbales, ninfas, sirenas, pueblos que se alimentan de flores de loto y un largo etcétera. Con La Iliada, Homero vuelve a satisfacer los anhelos épicos de la civilización de su tiempo con un relato -puede que basado en hechos reales- sobre la gesta de los aqueos en la ciudad de Troya, con no poca intervención de los Dioses del Olimpo. Un sinfín de constelaciones y cuerpos celestes llevan nombres surgidos de la mitología griega.
El impacto de todos estos relatos mitológicos fue tremendo y tuvo repercusión durante más de quince siglos.
Cada edad de la historia precisa de elementos que trasciendan la vulgaridad cotidiana de todos los días. No sé si es un tema de antropología o de sociología, lo que si sé es que con la historia de los extraterrestres s'han pasao tres pueblos.
Queda claro que el retroceso del cristianismo y el avance de la ideología científica, en un ballet pendular y simétrico, ha producido un acontecimiento metacultural que pervive hasta nuestros días.
Es un tema que vende y, como los Dioses ya no existen, tiene que haber alguien más que nos salve de nuestra propia locura.
Antecedentes históricos del mito.
Hay un autor muy antiguo, Luciano de Samosata, quien en el siglo II de nuestra era narraba un viaje a la luna, ayudado de un ala de águila y otra de buitre. Allí se encontraba con unos extraños seres que tenían raíces como de vid. Este autor se considera un precursor de la ciencia-ficción, aunque muchos lo encuadran como un relato mitológico...
La siguiente referencia escrita sobre seres extraterrenales se produce... ¡¡¡quince siglos después!!! Por ese entonces, la Tierra había dejado de ser plana y los astrónomos comenzaban a hacer sus pinitos con el telescopio. En 1634, Johannes Kepler escribió El Sueño o La Astronomía de la Luna, un viaje imaginario a nuestro satélite, donde encontraba seres extraños que poblaban inmensas ciudades. En 1650, Cyrano de Bergerac escribe Historia cómica de los estados e imperios de la Luna, una saga de viajes espaciales, que tuvo una segunda parte en 1662 con Historia cómica de los estados e imperios del Sol, un poco más de lo mismo. Voltaire también se apuntó a la moda en 1752 con Micromegas, quizás el primer relato de ficción donde un ser procedente del espacio exterior visita La Tierra.
Y aquí viene la pregunta del millón: ¿Cómo es posible que hasta los albores de la revolución industrial no existan testimonios escritos ni obras de ficción sobre la existencia de seres extraterrestres? Durante la antiguedad, la Edad Media y el Renacimiento no hay fuentes escritas, ni literatura fantástica sobre la existencia de dichos entes. No se hace mención de ningún "avistamiento" OVNI, ni de seres de color gris, ni de humanoides de aspecto anoréxico. Nada de nada.
Los inicios de la moderna ciencia-ficción
Y entonces llega el que se puede considerar padre fundador de la ciencia-ficción: Julio Verne. Viaje alrededor de la Luna es un relato escrito en 1870, en los albores del siglo XX. Para quienes nos criamos con Star Trek, el relato de Verne es de risa. Isaac Asimov calculó que el impacto que produciría disparar un proyectil a la luna desde el suelo -como relata Verne- destruiría por completo la ciudad de París. Personalmente, creo que leí 50 páginas de Viaje alrededor de la Luna, hasta que llegué a un capítulo donde narra que en la nave llevan... ¡gallinas!. Eso rompe el encanto de cualquier viaje espacial. Es como encontrar restos de morcilla dentro de un quark.
Ese es el drama de la ciencia-ficción. Pasan los años y con cada nuevo descubrimiento científico, lo que se ha escrito está cada vez más cerca de ser una chorrada. Y en ese contexto, la física moderna le ha dado una estocada mortal al mito de los extraterrestres que viajan kiloparsecs en naves espaciales. Los universos múltiples y la mecánica cuántica hacen inconcebible que un ser biológico atraviese distancias abismales en una simple nave. Ok, sí, inventaron el "salto cuántico", que es como el juego de la oca en el espacio profundo, pero aún así el esfuerzo de "colonizar el espacio" es inútil y completamente absurdo. Eso es algo que tenía sentido antes de la II Guerra Mundial, no hoy.
La siguiente referencia de la bibliografía extraterrestre la encontramos en 1898. Naturalmente, me estoy refiriendo a La guerra de los mundos de HG. Wells. Comprobamos como, conforme nos acercamos al siglo XX, con una supuesta revolución tecnológica en ciernes, los seres venidos del espacio exterior van cobrando cada vez más protagonismo. La novela narra el intento de esclavización del planeta Tierra por parte de unos marcianos-vampiros que buscan alimento a través de transfusiones de sangre humana.
La idea no puede ser más ridícula. Una raza inteligente proveniente de Marte, capaz de desplazar centenares de naves y planificar la invasión de un planeta, tiene a su vez los recursos tecnológicos para sintetizar plasma artificial. No necesita invadir la Tierra con semejante pretexto.
La novela de Wells tuvo una gran repercusión a la hora de engrandecer el mito alien. En 1939, Orson Welles montó un reality radiofónico basado en La guerra de los mundos, con formato de noticiario alarmista, lo que generó una situación caótica. Centenares de estadounidenses se tragaron que estaban siendo invadidos por platillos volantes. Cientos de granjeros montaron guardia en sus graneros y dispararon contra cualquier sombra sospechosa de ser un marciano.
La guerra de los mundos ha sido llevada al cine en diferentes ocasiones. La última, que yo recuerde, contaba con la colaboración de Tom Cruise. Hay que reseñarlo, como muestra del gran impacto que causa la posible invasión de una raza hostil proveniente del espacio exterior, que viene a nuestro mundo a expoliar nuestros recursos.
Es otra idea ridícula. Los recursos que pueda haber en el planeta Tierra existen en grandes cantidades en cualquier lugar del cosmos. Ningún pulpo extraterrestre necesita viajar eones para venir aquí a robarnos los alcachofas. Es como si yo viajara años-luz para robar alcachofas, cuando en el supermercado de la esquina las tengo a kilos. Estamos hablando de civilizaciones muy avanzadas que han sido capaces de dar "saltos cuánticos" en el espacio. Por tanto, todo aquello que puedan necesitar y sintetizar lo tienen a su alrededor. Helio, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, metano, carbono... Lo justo para conseguir alcachofas sin necesidad de plantarlas.
La idea del extraterrestre que viene a esquilmar a los pobres terrícolas está completamente descartada porque es sencillamente absurda.
Eso echa por tierra teleseries patéticas como V, donde unos lagartos alienígenas venían a comer hamsters anuestro planeta. A lo mejor se pensaban que la Tierra es un McDonalds.
Eso echa por tierra teleseries patéticas como V, donde unos lagartos alienígenas venían a comer hamsters anuestro planeta. A lo mejor se pensaban que la Tierra es un McDonalds.
El boom alienígena
Durante la primera mitad del siglo XX hay una producción -discreta, pero in crescendo- de obras literarias y cinematográficas con presencia extraterrestre. Pero no es hasta después la II Guerra Mundial [1950] cuando nos encontramos con otro hito de la literatura con alienígenas. Me estoy refiriendo a las Crónicas marcianas de Ray Bradbury.
Hay que tomar buena nota de esta referencia porque es justamente en los inicios de la guerra fría cuando las fábulas extraterrestres comienzan a crecer exponencialmente. La década de los 50's vivirá un boom editorial en cuanto a relatos de ciencia-ficción con extraterrestres. La de los 60's, un boom en cuanto a películas de serie B de la misma temática. Y la de los 70's... uff, ¡qué decir! En los años 70's había un "avistamiento OVNI" cada 90 segundos. Sólo en los primeros años 70's, se habló más de la presencia de "extraños objetos en el cielo" que en los 20 siglos anteriores.
El número de obras de ficción, artículos de prensa, películas y series de TV sobre extraterrestres alcanzó tal envergadura después de la II Guerra Mundial que hacer referencia a todo ello podría ser enciclopédico. Al respecto podéis repasar un anexo de Wikipedia titulado Obras de ciencia ficción con extraterrestres, donde queda de manifiesto que la inmensa mayoría de las fantasías sobre seres alienígenas están concentradas entre los años 50's y los tiempos actuales. Es un dato estadístico MUY relevante.
La graciosa casualidad de los extraterrestres humanoides.
Ya hemos repasado argumentos ridículos como que los extraterrestres invadan la Tierra para apropiarse de sus "recursos". Ahora vamos con otros aspectos hilarantes de la literatura alien, como por ejemplo... ¡los extraterrestres con forma humanoide!
Si seguimos la línea argumental de La teoría de la evolución de Darwin -que a grandes rasgos es correcta- nos encontramos que nosotros somos una "especie inteligente" porque unos homínidos llegaron a desarrollar un cerebro de 1.200 cc. Eso es lo que nos ha dotado de nuestra morfología actual y de nuestra "inteligencia". Ahora bien, ¿es posible una morfología humanoide en cualquier otro planeta donde haya surgido una especie con un gran cerebro? La respuesta es no. En nuestro planeta fueron los monos quienes lo consiguieron; en otro, podrían ser las ardillas, las cucarachas o la piedra pómez. Los criterios aleatorios de la evolución le pueden haber otorgado la "inteligencia" a cualquier especie, no necesariamente humanoide. Por tanto, la idea de que los extraterrestres que sobrevuelan nuestras cabezas son parecidos a nosotros es un esquema antropocéntrico, es decir, ridículo. Es por eso que películas como Starship Troopers, donde la raza alienígena que nos invade son unos arácnidos violentos, tiene hasta fundamento científico, a pesar de ser una chorrada como una catedral.
Los extraterrestres nos crearon a su imagen y semejanza, y vienen a salvarnos.
Como ya relaté en Siete tesis extraterrestres, uno de los mitos recurrentes de este tipo de literatura de ficción se basa en unos extraterrestres paternales que nos han creado como cobayas, a su imagen y semejanza, y que vienen por aquí de vez en cuando para ver como "evolucionamos". Es otra idea delirante, porque jamás una especie inteligente se dedicaría a crear a otra de su misma cuerda, sino que poblaría el planeta con sus propios colonos. Es un experimento que no tiene sentido. Además tiene una carga religiosa evidente, puesto que plantea la existencia de un "ser superior" que crea a uno inferior y tutela su evolución y crecimiento. Es como la versión 2.0 del Jardín del Edén.
Hace años se explicaba un chiste que decía que el origen de la raza humana estaba en un cubo de basura que unos extraterrestres muy guarros habían lanzado en una charca de la Tierra primitiva. De ahí surgieron las primeras bacterias, y de ahí los peces y de ahí, los mamíferos y, al final, nosotros. Quizás es el mito extraterrestre más convincente de todos, puesto que la especie humana no deja de ser una bacteria muy evolucionada que lo devora todo a su paso.
El gobierno estadounidense oculta información sobre extraterrestres. [O] Todos los gobiernos del mundo tienen pruebas de la existencia de extraterrestres, pero las ocultan...
El caso Roswell [Roswell UFO incident] se remonta a 1947 y dio origen a la gran paranoia sobre los platillos volantes. Fue uno de los acontecimientos que más ha reforzado la tesis de la existencia de extraterrestres. Se han vendido toneladas de prensa y literatura sobre un suceso que posiblemente no sea más que un extravagante accidente. Al parecer, varios granjeros aseguraron haber visto restos carbonizados de un objeto celeste y los cuerpos de varios seres alienígenas. Una o varias naves se estrellaron en un radio de varios kilómetros. Entre otros aspectos ridículos, el relato original relata que el suelo estaba sembrado de "papel de aluminio" y restos de "cinta aislante". Pedazo de tecnología extraterrestre.
En los años 90's el gobierno norteamericano desmintió los rumores. Lo que había explotado en Roswell era un globo sonda experimental con el que pretendían espiar a la URSS. En el interior habían colocado unos maniquís, supongo yo para estudiar la resistencia del cuerpo humano dentro de la "nave". Aún así, eso no pudo evitar que en 1994 se estrenara un film sobre el tema [disponible en Youtube]
Las teorías continúan hasta la actualiadad. Hay todo tipo de "informes desclasisficados" y todo un alud de sospechas de que el gobierno USA oculta sus contactos con aliens desde 1947 e incluso tecnología extraterrestre. Al igual que con el caso de la muerte de Paul McCartney y su posterior resurrección, hay un hecho incuestionable. Es MA-TE-MÁ-TI-CA-MEN-TE imposible ocultar algo así durante sesenta años.
Según la teoría, el gobierno tiene los restos de los alienígenas deformes en una base militar ultrasecreta [El Área 51] Es tan "ultrasecreta" que alguien se coló allí, filmó una autopsia al bicho y luego la subió a Youtube [jajaja!!] Es extraño que la CIA no haya convertido a ese tipo en comida para perros. Ni siquiera Youtube le ha dado de baja la cuenta.
Curioso es constatar algo que ya he dicho antes. Todo el boom extraterrestre comienza justo después de la II Guerra Mundial. Poseer determinada tecnología militar para amedrentar a la URSS era vital. De ahí que los rumores sobre una adquisición de tecnología extraterráquea fuera una buena arma de propaganda. No obstante, los EEUU desarrollaron la bomba atómica [que era una nueva tecnología] y no dudaron un instante en utilizarla. No lo hicieron para que Japón se rindiera, sino para enseñarles a los rusos sus partes genitales.
Que los estadounidenses -u otros- tengan tecnología extraterrestre y no la hayan utilizado hasta hoy no tiene ningún sentido.
Los Annunaki
Es quizás una de las historias más ridículas jamás contada. Voy a resumirla aproximadamente porque otra cosa es perder el tiempo. Los Annunaki vivían en un enorme planeta llamado Niburu -hoy desaparecido-, que describía una órbita elíptica alrededor del sol, más parecida a la de un cometa que a la de un planeta vulgar y corriente. Cada X años ese planeta regresa al sistema solar. Según la "teoría", este planeta chocó contra otro que se hallaba en el cinturón de asteroides y lo destruyó por completo. [sic]
Esto es un auténtico atentado a las leyes de la física. La presencia de un monstruo semejante en nuestro sistema solar crearía tal distorsión gravitatoria que el planeta Tierra hubiera saltado en pedazos hace siglos.
Aún así, los Annunaki eran listos y se descabalgaron de su planeta cuando se hallaba cercano a la Tierra [o sea que tenían ovnis de esos], llegaron a Sumeria y se hicieron pasar por dioses. Después, hibridaron a uno de su especie con un neanderthal y de ahí surgió la raza humana, tal como la conocemos actualmente.
Pero no lo hicieron para crear una nueva especie sino para... ¡tener esclavos! Los Annunaki necesitaban mano de obra barata [atención] para explotar enormes yacimientos de oro, plata y metales preciosos.
O sea, a ver. Una raza tecnológicamente avanzada, capaz de viajar desde otro planeta, hacer experimentos genéticos con homínidos peludos y simular ser dioses sumerios, resulta que no tiene ingeniería, robots y otros artilugios para explotar una mierda de mina. Además, para una raza tecnológicamente avanzada, disponer de toneladas de oro es sencillamente un absurdo. El oro y la plata tienen sentido en una economía primitiva, o en el contexto de un derrumbe bursátil, como valor-refugio, recurso financiero o reserva de ahorro. Nadie se puede imaginar a un extraterrestre, que conoce la forma de fabricar y transformar metales, dedicado a explotar minas de oro con esclavos.
Y sin embargo, la cantidad de solplagaitas que viven de este cuento es cada día mayor.
Otro soplagaitas: Erich von Däniken.
Como es más que evidente la ausencia de historiografía sobre extratrrestres hasta el siglo XVII, algunos listillos, como el suizo Erich von Däniken, relacionan antiguos mitos de culturas remotas y sus "textos sagrados" con posibles evidencias de la venida de extraterrestres al globo terráqueo hace siglos. Es decir, los extraterrestres sólo estuvieron en la Tierra o a/ hace muchos siglos o b/ a partir de la Guerra de los Mundos de H.G. Wells. Curioso.
Todas las religiones tienen leyendas de prodigiosos seres que bajan de los cielos en carros de fuego, que obran milagros, que resucitan, que derrotan a legiones invasoras y etc. Eso da pie a las más esquizofrénicas interpretaciones. Los extraterrestres se disfrazan de dioses, arcángeles y profetas para engañar a los incautos terrícolas. Además, los restos arqueológicos, interpretados sui generis, sirven de pretexto a un montón de teorías oportunistas. Un ejemplo de ello fue cuando Daniken aseguró que las líneas de la planicie de Nazca [Perú] habían sido dibujadas con un control orientado desde el cielo. Dijo que dichas líneas habían sido usadas como pista de aterrizaje para naves espaciales.
Pero vamos a ver... ¿es que los extraterrestres estos no saben hacer una simple pista de aterrizaje recta y ya está? ¿Para que se van a poner a dibujar espirales, flores, pájaros y formas geométricas?
Todo un sinfín de soplagaitas como éste llevan años reinterpretando restos arqueológicos por medio mundo y la que cazan algo grabado en la piedra que pudiera ser un hombre con escafandra... ¡zas! ¡es un extraterrestre!
Allí donde se han movido grandes bloques de piedra, ya sea para dólmenes, tótems, pirámides u otros templos, siempre salen con el rollo de que se hizo con la ayuda extraterrestre. Si las pirámides egipcias tienen un patrón aritmético y geométrico con los ejes de la tierra, ¡zas!, es por la ayuda de los extraterrestres. No hay ni un sólo monumento de la Antiguedad remota que no haya sido hecho gracias a la colaboración experta del espacio exterior.
Allí donde se han movido grandes bloques de piedra, ya sea para dólmenes, tótems, pirámides u otros templos, siempre salen con el rollo de que se hizo con la ayuda extraterrestre. Si las pirámides egipcias tienen un patrón aritmético y geométrico con los ejes de la tierra, ¡zas!, es por la ayuda de los extraterrestres. No hay ni un sólo monumento de la Antiguedad remota que no haya sido hecho gracias a la colaboración experta del espacio exterior.
Estos soplagaitas se creen que los antiguos eran tontos. No, no sólo no eran tontos, sino que además eran más fuertes que nosotros.
Cuando antes he mencionado el boom de "avistamientos OVNI" durante los años 70's, fue gracias en parte a la contribución de Erich von Däniken y otros muchos. Él escribió Recuerdos del Futuro (¿Carrozas de los Dioses?) en 1968, una obra sensacionalista que causó furor y fue llevada al cine aproximadamente en 1974. Hasta yo mismo me la tragué y salí convencidísimo del cine.
X-Files
Me hubiera gustado hacer un repaso de obras relevantes de la ciencia-ficción con extraterrestres. Al menos, de aquellas que le dan un sesgo interesante a la posible existencia de otros seres inteligentes en el Cosmos. No obstante, haré mención a la serie Expediente X, en cuyos capítulos había no poca participación extraterrestre y conjuras del gobierno contra su propio pueblo con señuelos alienígenas.
No obstante, el mayor misterio de la serie sigue siendo, a día de hoy, porque el agente Mulder y la agente Scully nunca acaban en la cama. Es el único Expediente "X" pendiente de resolución.
No obstante, el mayor misterio de la serie sigue siendo, a día de hoy, porque el agente Mulder y la agente Scully nunca acaban en la cama. Es el único Expediente "X" pendiente de resolución.
Nadie dice que no puedan existir especies con inteligencia en algún lugar remoto del espacio. Lo que sí se puede afirmar es que jamás han estado en el planeta Tierra.
No os perdáis la Galería Extraterrestre made in Pinch.
Etiquetas: ciencia ficción, cine freak, Extraterrestre, Frikidelia, guerra fria, II Guerra Mundial, investigación, literatura, petergraphia