Si en lugar de gastar millonadas en wunderwaffens hubiesen construido armas convencionales más baratas y prácticas (como hacían los soviéticos) quizás hubiesen podido alargar la guerra un poco.
Hitler cometió varios errores. El primero, nacer. El segundo, atacar a Inglaterra, Eso decantaba a los hasta entonces "neutrales" EEUU. El tercero, meterse con los judíos, sin tener en cuenta la influencia de los lobbies judíos en Inglaterra y EEUU. El cuarto y más grave, meterse en la Unión Soviética. Eso era meterse en la boca del lobo.
Aún sin errores de este calado, el potencial alemán tenía sus límites, tanto en capacidad de producción, logística y suministros como en número de combatientes. Podrían haber alargado la agonía pero hubieran acabado perdiendo igual.
Alemania no tenía opciones porque los anglosajones, aunque hubiesen visto bien una alianza para machacar a Stalin, tampoco querían una Alemania fuerte. Y menos conducida por alucinados mesiánicos con bombachos.
Poner como ejemplo a Rommel no es una quiniela correcta. Rommel, aunque no estuvo directamente implicado en la Operación Walkiria, sí podía estarlo en negociaciones con los aliados para alcanzar una paz honrosa. Él era perfectamente consciente de que Alemania había entrado en una espiral de locura. Y lo acabó pagando.
El engendro creado por Hitler no podía ser conducido por ninguna persona racional. Desde el principio era una alucinación, un sinsentido, un espejismo, un absurdo. Todo se basaba en supuestos falsos, en leyendas, en paranoias, pura megalomanía, delirios de grandeza.
¿Por qué tantos europeos siguen resistiéndose a aceptar que Rusia es un país europeo?
Para responder esta pregunta habría que remontarse a tiempos muy remotos, cuando nació la fobia legendaria de Europa a una invasión de los mongoles, hunos, escitas, sármatas, etc. Ese relato está arraigado de forma muy profunda en la psique europea, aunque no deja de ser una paranoia etnocéntrica sin ningún fundamento. La cuestión es establecer un rango de superioridad moral que sitúe a Europa como paradigma de toda "civilización", un empeño inútil porque los pueblos europeos han dado signos de ser tanto o más brutales que Atila a lo largo de la Historia.
El mito de la caída del Imperio Romano de Occidente, presuntamente provocada por los hunos, es una leyenda que ha influido decisivamente en la fabricación de esa fobia europea. ¿La realidad? El imperio habría caído igual con o sin Atila. Estaba corrompido hasta sus cimientos.
El concepto "bárbaro" fue un constructo de romanos y griegos, que contraponían el concepto "civilización" (o sea, ellos mismos) al de "barbarie" (o sea, todos los demás)
Sería un debate demasiado largo, pero el hecho está en que sin barbarie no hay civilización. Todas las grandes civilizaciones de la historia se han construido mediante la conquista, el sometimiento, el saqueo, la esclavitud, en resumen, la barbarie más absoluta.
La leyenda se completa convirtiendo a Europa en un "continente", cosa totalmente absurda desde el punto de vista geográfico porque no hay ninguna barrera marina desde Finisterre a Vladivostock. Europa y Asia no son dos continentes, sino uno. Esto es como si Estados Unidos y Canadá decidieran declararse a si mismos un continente.
En los tiempos que corren, cuando Europa va camino de quedar arrinconada en un lugar sombrío del escenario económico global, con el eje económico dominante desplazado hacia el Indo-Pacífico, esa vieja obsesión europea resurge de nuevo. Es la nueva caída del Imperio Romano, acosado por un nuevo Atila, Putin.
Rusia fue un área de Europa que estuvo durante siglos en tierra de nadie, luchando constantemente contra tártaros, mongoles y turcos. Apenas tuvo ninguna incidencia en la historia de Europa hasta la llegada de Catalina y Pedro los Grandes. Gradualmente, comenzó a convertirse en un actor de peso, lo que aumentó la paranoia ancestral de los europeos al "peligro" proveniente del Este.
Los suecos invadieron Rusia en el siglo XVIII y fueron derrotados en Poltava (Imperio Ruso, hoy Ucrania, de momento) Napoleón invadió Rusia en 1812 y tuvo que huir de un Moscú en llamas. Hitler invadió la Unión Soviética en 1941 y también fue derrotado. Pero a pesar de semejante historial, los eurofóbicos siguen considerando que Rusia es ese peligro existencial que comenzó con Atila y Gengis Khan y que continúa con Putin.
Y lo peor de todo: Rusia fue el germen del comunismo. Cuestionar el sacrosanto derecho a la propiedad privada y el enriquecimiento sin freno es un pecado imperdonable, que digo, herejía, anatema, apostasía, adoración del Diablo, un ultraje, ¡brujería! ¡A la hoguera con todos esos rojos!
Europa ha perdido en el último siglo el dominio global que adquirió a partir del siglo XV tras la conquista de América y va camino de ser un rincón del mundo sin ningún peso específico. India ha desplazado al Reino Unido al sexto lugar en el ranking de potencias económicas mundiales. Rusia ha puesto en jaque a la economía europea y nadie tiene recetas para salir del bache.
La gran paradoja es que a muchos rusos les importa muy poco si son europeos o no.
..Todo son ciclos. Europa fue grande en los 6–7 siglos del Imperio Romano. Luego, entre el siglo V y el XV se sumió en la somnolencia y la podredumbre durante toda la Edad Media. En ese periodo de 10 siglos, Europa vivió encajonada dentro de unos límites concretos. Al sur, tenía el Islam medieval, una civilización infinitamente superior en todos los aspectos. El Imperio Otomano también supuso otro muro de contención para la Europa medieval. Al Este, tenía las inabastables estepas rusas y la fuerte presencia del imperio mongol. Al norte tenía hielo, tierras inhóspitas. Y hacia el Oeste un océano que se creía infinito, el final de la tierra. El único intento que hizo la Europa medieval para salir de ese encajonamiento fueron las Cruzadas. No eran en absoluto intervenciones para liberar el supuesto sepulcro de Yisus, sino un intento desesperado por abrir las rutas comerciales que venían de China e India.
El descubrimiento de América fue una magnífica válvula de escape para la encajonada Europa. Recordemos que lo que Colón buscaba era una ruta alternativa hacia las "Indias" y el Extremo Oriente. Con ello se burlaba el bloqueo de los turcos en Oriente Próximo. Las especias eran esenciales para la conservación de carnes y embutidos. La seda, esencial como distintivo de rango social. Oro, plata, orfebrería, perlas, eran esenciales en una Europa que volvía ser el centro del mundo después de muchos siglos de aislamiento.
A Europa le había tocado la lotería. Conforme el Islam se iba desintegrando lentamente (a excepción de los turcos otomanos), Europa encontró el modo de saquear riquezas tanto en Asia como en África y por supuesto, América. Los imperios se sucedían: español, holandés, británico, francés, etc.
Todo este proceso ha llegado hasta nuestros días. Pero a Europa le ha llegado su final de ciclo. La nueva riqueza va a estar en India, China y el sudeste asiático.
En lo que he escrito hay un punto muy esencial, que es la tendencia hacia la superioridad moral que Europa heredó de los griegos y los romanos. Los romanos y griegos creían ser la "civilización", mientras que el resto eran los "bárbaros". Ese tipo de dialéctica tiene otra semántica en nuestros días. Nosotros somos la "democracia", todos los demás son tiranos autocráticos y totalitarios. Como en tiempos de los romanos, obvian que su "civilización", su alto grado de capacidad técnica, su gran capacidad cultural y su inmensa riqueza, plasmadas en la ciudadanía romana, eran gracias al expolio y sometimiento de otros pueblos y a la mano de obra barata llamada esclavitud. Este mismo esquema hipócrita se reproduce hoy en día punto por punto.
Los romanos fueron muy superiores a sus sucesores imperiales occidentales porque en 100 años todas sus provincias prosperaban y todo el mundo aceptaba ser un ciudadano romano, cosa que el Occidente del futuro jamás llegó a superar, dado que sus colonias alrededor del mundo jamás salieron del hoyo.
En 2014, durante los disturbios del golpe de Estado en la plaza del Maidan se produjo un tiroteo que mató a 70 personas, en especial "manifestantes pro-europeos" y algunos policías antidisturbios. Lógicamente, la "comunidad internacional" culpó de ello a Yanukovich. Desde esa fecha, la "propaganda rusa" ha presentado pruebas de que los francotiradores apostados en la azotea de un hotel de la plaza no eran fuerzas especiales de Yanukovich, sino sicarios a sueldo de los golpistas. En esencia, hicieron un acto de falsa bandera que propició la caída del gobierno democráticamente elegido. La "prensa libre" todavía hoy sigue hablando de "los mártires del Maidan".
Después de casi 10 años, ahora el New York Times y algunos medios italianos comienzan a destapar la mentira.
Una vez denunciado por Zelensky como “criminal”, el traficante de armas Serhiy Pashinksy se ha convertido en el principal proveedor privado de armas a Ucrania.
Los testimonios de testigos presenciales han señalado a Pashinsky como el arquitecto de una sangrienta operación de bandera falsa que impulsó el golpe de Maidan de 2014 y sumió al país en una guerra civil.
Años antes de emerger como el principal traficante privado de armas de Kiev, el exlegislador Serhiy Pashinsky desempeñó un papel clave en el golpe de estado de 2014, respaldado por Estados Unidos, que derrocó al presidente democráticamente elegido de Ucrania y preparó el escenario para una devastadora guerra civil.
Aunque el ex parlamentario ucraniano notoriamente corrupto fue condenado por el presidente Volodymyr Zelenskyy como “criminal” en fecha tan reciente como 2019, un artículo del New York Times ahora ha identificado a Pashinsky como el “mayor proveedor privado de armas” del gobierno ucraniano.
Como era de esperar, el informe no menciona la evidencia que implica a Pashinsky en la masacre de 2014 de 70 manifestantes antigubernamentales en la Plaza Maidan de Kiev, un incidente que las fuerzas pro occidentales utilizaron para consumar su golpe de estado contra el entonces presidente Viktor Yanukovich.
En un informe del 12 de agosto sobre la nueva estrategia de abastecimiento de armas de Ucrania, el New York Times afirmó que “por desesperación”, Kiev no tuvo más opción que adoptar tácticas cada vez más amorales.
El cambio, dicen, ha elevado los precios de las importaciones letales a un ritmo exponencial, “y ha añadido capa tras capa de obtención de ganancias” en beneficio de especuladores sin escrúpulos como Pashinsky.
Serhiy Pashinksy
Según el New York Times, la estrategia es simple: Pashinksy “compra y vende granadas, proyectiles de artillería y cohetes a través de una red transeuropea de intermediarios”, luego “los vende, luego los compra de nuevo y los vende una vez más”:
"Con cada transacción, los precios aumentan -al igual que las ganancias de los asociados del Sr. Pashinsky- hasta que el comprador final, el ejército de Ucrania, paga más".
Esto explica el Times, añadiendo que si bien el uso de múltiples intermediarios puede ser técnicamente legal, "es un forma probada para inflar las ganancias”.
Así como el suministro interminable de efectivo de los contribuyentes occidentales proporciona grandes beneficios a los fabricantes de armas como Raytheon y Northrop Grumman, también beneficia a los especuladores de la guerra como Pashinsky.
Su empresa, Ukraine Armored Technology, “informó el año pasado el mejor año de su historia, con ventas por un total de más de 350 millones de dólares”, un enorme aumento del 12.500% con respecto a sus 2,8 millones de dólares en ventas el año anterior a la guerra.
Pashinsky no es el único mafioso que se beneficia de la eliminación de las medidas anticorrupción en Ucrania en tiempos de guerra.
Varios proveedores previamente incluidos en una lista negra oficial después de “estafar a los militares” ahora son libres de vender nuevamente, según la investigación del Times. El medio minimizó esto como una medida desafortunada, pero en última instancia necesaria.
“En nombre de llevar armas a la línea del frente, los líderes han resucitado a figuras del pasado turbulento de Ucrania y han deshecho, al menos temporalmente, años de políticas anticorrupción [sic]”, afirmó el Times, describiendo “el resurgimiento de figuras como el Sr. Pashinsky” como “una de las razones por las que los gobiernos estadounidense y británico están comprando municiones para Ucrania en lugar de simplemente entregar dinero”:
"Los funcionarios europeos y estadounidenses se resisten a hablar del señor Pashinsky, por miedo a jugar con la narrativa rusa de que el gobierno de Ucrania es irremediablemente corrupto y debe ser reemplazado".
Sin embargo, incluso el informe aparentemente crítico del Times, se pasa por alto un aspecto clave de la desagradable biografía de Pashinsky.
Ausente de cobertura está cualquier explicación de su papel en la realización de la infame masacre de activistas antigubernamentales y agentes de policía en la plaza Maidan de Kiev a finales de febrero de 2014.
Un momento decisivo en el derrocamiento del gobierno electo de Ucrania orquestado por Estados Unidos, la muerte de 70 personas a manos de misteriosos francotiradores desencadenó una avalancha de indignación internacional que condujo directamente al derrocamiento del presidente Viktor Yanukovich. Incluso hoy, estos asesinatos siguen sin resolverse oficialmente. Typical ukraini.
Sin embargo, testimonios de primera mano de personas que afirmaron haber ayudado a llevar a cabo el ataque de bandera falsa sugieren que el traficante de armas más prolífico de Kiev estuvo íntimamente involucrado en el espantoso asunto.
El organizador de la masacre de Maidan "no toma prisioneros".
En noviembre de 2017, el canal italiano Matrix TV publicó relatos de testigos oculares de tres georgianos que afirman que Mamuka Mamulashvili les ordenó matar a los manifestantes.
Mamulashvili, entonces asistente militar de alto rango del presidente georgiano Mikhael Saakashvili, fundó más tarde la infame brigada mercenaria conocida como la Legión Georgiana, cuyos combatientes fueron ampliamente condenados después de que publicaron un video espantoso de ellos mismos ejecutando alegremente a soldados rusos desarmados y atados en abril de 2022.
El documental "Ucrania: La verdad oculta”, presenta entrevistas de un periodista italiano con tres combatientes georgianos supuestamente enviados para orquestar el golpe.
Todos describieron a Pashinsky como organizador y ejecutor clave de la masacre de Maidan, alegando incluso que los traficantes de armas corruptos proporcionaron armas y seleccionaron objetivos específicos.
La película también presenta imágenes de él personalmente evacuando a un tirador de la plaza, después de que los manifestantes lo atraparan con un rifle y una mira telescópica y lo rodearan.
Uno de los combatientes georgianos recordó cómo él y sus dos asociados llegaron a Kiev en enero, “para organizar provocaciones y obligar a la policía a cargar contra la multitud”. Durante casi un mes, sin embargo, “no había muchas armas alrededor” y “se utilizaron al máximo [cócteles] molotov, escudos y palos”.
Esto cambió a mediados de febrero cuando Mamualashvili [hoy líder de la Legión Georgiana] los visitó personalmente junto con un soldado estadounidense llamado Brian Christopher Boyenger, ex oficial y francotirador de la 101 División Aerotransportada, quien personalmente les dio órdenes que “tenían que seguir”.
Luego, Pashinky los trasladó personalmente junto con rifles de francotirador y municiones a edificios con vistas a la plaza Maidan. En ese momento, Mamualashvili supuestamente insistió en que “tenemos que empezar a disparar para sembrar algo de caos”.
Un documental del canal italiano Matrix contiene testimonios de testigos que implican a un instructor militar estadounidense en la masacre de Maidan en Ucrania en 2014.
Así fue que los combatientes georgianos “comenzaron a disparar dos o tres tiros a la vez” contra la multitud de abajo, después de haber recibido la orden de “disparar a la Berkut [policía antidisturbios] y a los manifestantes, pase lo que pase”. Una vez finalizada la matanza, Boyenger se trasladó al frente del Donbass para luchar en las filas de la Legión Georgiana, que Mamulashvili comanda hasta el día de hoy.
Mientras tanto, el periodista ucraniano Volodymyr Boiko, que dirigió el consejo cívico de la Fiscalía General de Ucrania después de Maidan, ha alegado que, para ocultar su papel, Pashinsky seleccionó personalmente a las figuras que dirigían la investigación oficial sobre la masacre e incluso sobornó al fiscal que estaba a cargo del caso.
A pesar de estas impactantes afirmaciones, la participación de Pashinsky en la masacre de Maidan nunca ha sido investigada oficialmente, y mucho menos castigada, y sus experiencias más recientes con el sistema judicial ucraniano sugieren que es poco probable que sea examinada exhaustivamente por los funcionarios de Kiev. Mientras era miembro de la Verjovna Rada de Ucrania, fue arrestado por disparar e herir a un peatón en una disputa relacionada con el tráfico, pero finalmente fue absuelto en 2021.
Cuando los periodistas israelíes confrontaron a Pashinsky sobre su papel en la masacre de Maidan, el traficante de armas advirtió que serían rastreados en su país de origen, donde sus asociados los “destrozarían”. Se les podría perdonar por creer que no se trataba de una amenaza vana. Existe una preocupante tendencia entre los detractores de Pashinky a terminar brutalmente golpeados o asesinados a tiros en la calle.