¡Estoy muy indignado!
Muy bien. ¿Y a mi qué? Indígnese usted todo lo que quiera. Esta en su derecho. Esto es una democracia porque lo digo yo. Indignarse es gratis. Es digno. Es festivo. No genera déficits. No hace aumentar la deuda. No daña la credibilidad. No socava la competititittitividad. Ya le avisaremos cuando tenga usted que dejar de indignarse. Gracias por ser tan cívico. No olvide dejar su indignación en la papelera antes de salir del país.