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20140425

The B-52's

Hablar de The B-52's [de bi-faifty-chús] significa referirse de forma inevitable a una de las bandas más originales de la historia del rock. Su estilo es inconfundible, original y orgiástico, hasta el punto que es científicamente imposible confundir a The B-52's con cualquier otra banda. Su música es un juguete mecánico, ortopédico casi, donde el punk y el garaje 60's se funden en un torbellino pop-art-kitsch, que coquetea con lo más hortera y lo más sublime a la vez. Ellos encarnaron como nadie, en la frontera entre los 70's y los 80's, la etiqueta New Wave.  

Definir lo que era la Nueva Ola es arduo, pero, para que nos entendamos, significaba la domesticación del punk con ropa de colores chillones. A todos los efectos suponía una  repateada de hígado de las que hacen historia. Pero esta banda extraterrestre de Athens [Georgia] consiguió lo que parecía imposible. Por una vez, y sin que sirva de precedente, ser hortera molaba mazo.

Sus dos primeros discos, conocidos en Spain como disco amarillo y disco rojo [1979-1980, respectivamente], están catalogados como obras maestras de la música popular de nuestro tiempo. Y si no lo están, aprovecho la ocasión para catalogarlos como tales. 

Musicalmente hablando, el trabajo del guitarrista Ricky Wilson [+1985], basado en un contrapunto tremendamente original, es uno de los rasgos característicos de la banda. A ello se le debe sumar el recitado melodramático de Fred Schneider, quien hacía de todo menos cantar. El collage musical quedaba culminado con las voces histéricas de Cindy Wilson y Kate Pierson. Ellas ponían la guinda en el pastel con un aire de opereta-pop, completamente inusual. Ciertamente, este grupo ideó una fórmula que podría considerarse una de las más genuínas de toda la historia del pop-rock. Dicen que John Lennon se declaró fan impenitente de esta banda de Georgia.
El nombre del grupo estaba asociado inicialmente a un famoso bombardero estadounidense, pero al parecer los exagerados moños que lucían las dos chicas, muy similares a los de Marge Simpson, reciben el mismo nombre en el sur de EEUU. Sea como fuere, la música de The B-52's es como un bombardeo en una peluquería de señoras. Enumerar los temas geniales de estos dos álbumes puede ser inacabable. Ciertamente, ambos discos se pueden devorar de arriba a abajo sin dejar desperdicios.

En Youtube han dejado una lista de reproducción para fans incondicionales. Yo me limitaré a escoger un tema de su primer álbum, llamado 52 Girls.