Facebook es un magnífico invento que en febrero de 2012 comenzó a cotizar en Bolsa. Como todos sabemos, es una "red social" totalmente gratuita que permite a sus usuarios estar en contacto permanente con sus "amigos". El valor de esta empresa se sitúa entre los 75.000 y los 100.000 millones de dólares. La pregunta es… ¿Cómo es que un servicio tan colosal, que presenta constantes innovaciones y aplicaciones varias, que debe tener un coste de mantenimiento muy elevado y que no obtiene ingresos directos por el registro de los usuarios, tiene tantas novias que desean participar en el negocio? ¿Si es GRATIS, dónde está el beneficio? Pues en algún sitio debe estar, ya que Morgan Stanley, JPMorgan Chase & Co, Goldman Sachs, Bank of America, Merrill Lynch y Barclays Capital se apresuraron en su día a presentar su candidatura como 'colocador' del producto en bolsa.
Como dijo Voltaire, “si ves a un banquero suizo saltar por una ventana, salta tú detrás. Seguro que hay algo que ganar”.
Pues esto es lo mismo.
Visto lo visto, cabe preguntarse dónde está el negocio de Facebook. ¿Es por su condición de plataforma publicitaria? ¿Es por que hace aumentar las ventas de los anunciantes…? Es evidente que no. Facebook vale tanto dinero porque facilita información las 24 horas del día para el enfoque de nuevos productos y disecciona el mercado con precisión, al disponer de perfiles muy definidos. El propio usuario se encarga de facilitarles una información preciosa, con los enlaces que cuelga, los clicks que realiza, las fotos que sube, y sus "me gusta". Sus comentarios también son procesados para que complejos softwares analicen mediante algorritmos palabras clave y referencias diversas. Hasta aquí, parece que Facebook extiende los "grupos de discusión" clásicos de las agencias de publicidad hasta la privacidad de cada casa, de cada movil, de cada conciencia. Sería hasta cierto punto un intercambio 'honorable' si se tratara sólo de información destinada a perfilar productos a cambio de un servicio gratuito.
Pero me temo que la cosa va más allá.... Facebook tiene como finalidad el espionaje hasta la histeria. Es muy probable que con tan magnífico invento se haya hecho realidad "el control tecnocrático y total" que el halcón del Pentágono Zbigniew Brzezinski relataba allá por 1970 en su libro "Entre dos eras". Las peores pesadillas de George Orwell y Aldous Huxley se pueden haber trasladado al 'simpático' espacio donde comentas las tonterías del fútbol con tus "amigos".
Hay varios hechos que llevan a sospechar que la "red social" es, poco menos, una red de pesca. Los pececitos quedan atrapados en un divertido juego donde se pueden exhibir socialmente de manera virtual, creando su propio 'perfil' con nombre y apellidos, (una ficha policial voluntaria), lo que conlleva un caudal considerable de información, un barómetro permanente sobre el estado puntual de los sentimientos y pensamientos de las masas. Una definición tan precisa del "mercado" es muy útil para pergeñar estrategias para el control político de la sociedad. El "mercado" incluye como "producto" las preferencias electorales de cada ciudadano, de modo que las opciones políticas que se presentan a las elecciones se nutren asimismo de cuidadísimas operaciones de marketing donde los espontáneos "grupos de discusión" de Facebook facilitan datos muy valiosos. La información de perfil del usuario y toda su actividad en la "red social" sirven incluso para prefabricar 'tendencias ideológicas' artificiales, con las que no es difícil crear de la nada falsas "revoluciones" como las de la Primavera Árabe o el 15-M. El producto puede ser "de izquierdas", "de derechas", "alternativo", e incluso "radikal". Gracias a todo lo que "me gusta" Facebook acaba facilitando la labor de quienes sueñan con convertir a la humanidad en reses marcadas con su correspondiente chip.
En tiempos más recientes, la corporación norteamericana ha adquirido también Whatsapps, en un intento de monopolizar de forma absoluta un gran segmento del mercado de la "red social". Las vinculaciones de todas estas mafias de Silicon Valley con las agencias de seguridad norteamericanas, el Pentágono y el Departamento de Estado están expuestas de forma diáfana en este artículo de la magnífica web argentina Derecho a Leer.
No deja de resultar paradójico que una pesadilla que Orwell ubicó en la Rusia estalinista haya acabado siendo la única realidad del Régimen capitalista.
A los que tengáis cuenta en esas "redes sociales" os recomendamos cancelarlas de inmediato. [Si os dejan claro...]