Los que "se informan" a través del Inmundo y TVE no conocen en profundidad la perversión política que hay en Ucrania, el carácter corrompido del Régimen que se instauró en 2014 por medio de un golpe de Estado. Los nazis no son sólo cuatro payasos que van por ahí con la totenkopf cosida en la camisa; no, son algo sustancial, idiosincrático. El nazismo ucraniano es una sustancia tóxica que impregna a todas las capas de una sociedad sumida en la demencia y la estupidez. Es el alma negra de una élite política cuya maldad no tiene límites.
El nazismo ucraniano se expresa en algo más que un quinqui con el brazo en alto o un grupito de niñatos con la bandera del III Reich. El nazismo ucraniano está en la raíz misma del Régimen actual, en la filosofía del creador del Instituto Nacional de la Memoria, en la repetición del mantra "slava ukraini", que evoca al eructo fundamentalista "Allah Akbar" y al nacionalsocialista "Heil, Hitler".
Si hay una cosa que tengo muy clara desde hace 10 años es que el Régimen que surgió del llamado "Euromaidán" debe ser aniquilado sin contemplaciones. Y no me refiero sólo a derrocar al gobierno. No: Todos los delincuentes que han participado en la política ucraniana desde hace 10 años deberían ser juzgados o eliminados.
Europa agradecerá en el futuro todos y cada uno de los nazis ucranianos que Rusia elimine. El ISIS son hermanitas de la caridad en comparación con esta chusma.
Esta casta política ucraniana, con el apoyo de la OTAN, está conduciendo al mundo a una guerra sin precedentes en la Historia. No les importa nada, ni siquiera sus propios ciudadanos. Son gentuza, escoria. No hace falta que salgan con el brazo en alto; toda la filosofía del régimen ucraniano actual se resume en estatuas y cancioncitas de un espía y colaborador nazi llamado Stepán Bandera. No tienen consideración con nada: hasta los niños son víctimas de sus programas de lavado de cerebro y su nacionalismo ultra. ¿Qué es el ultranacionalismo? ¡Nazismo!
Ver a un grupo de niños en su escuela cantando que Bandera es su padre es equivalente a que en Alemania un grupo de niños cantara Himmler es mi padre. Estos sinvergüenzas no tienen ningún límite.
El nacionalismo ucraniano, ya desde sus orígenes en 1917, no tiene otro principio que la implantación de un Estado propio mediante la eliminación física de todo aquel que no sea un "ucraniano puro". Sólo hace falta pasar revista a la "vida y obra" de sus principales líderes. Nunca ha habido nacionalistas moderados en Ucrania; sólo carniceros como Petliura y Shukhevych. Poroshenko, Zelensky y el batallón Azov son sólo un capítulo más de una historia de terror interminable.
Quien se haya tragado retratos edulcorados sobre los "pobres ucranianos atacados por Rusia" tiene un problema. Vivir en una realidad paralela acaba teniendo un precio.