Marx definió una clase social parasitaria y nada productiva, compuesta de bailarinas, jugadores de cartas, matones, estafadores, juerguistas, adictos al opio, prostitutas, es decir, gente de mal vivir.
A todo este conjunto lo llamó ‘lumpenproletariat’. Era una clase que vivía a costa del esfuerzo ajeno, a la que se usaba para romper huelgas o asesinar líderes obreros.
El lumpenproletario se define como un ser sin conciencia de clase, o casi sin conciencia de ningún tipo. Es un miserable, pero sirve a los intereses de la clase dominante.
Este era el perfil histórico del lumpenproletariado del siglo XIX.
En el siglo XXI, el perfil del lumpen ha cambiado. Surge un nuevo espécimen, sin conciencia de ningún tipo, moralmente degradado, culturalmente limitado y, por supuesto, reaccionario.
Look.
El lumpen actual suele elegir perfiles de matón chuloputas en redes sociales. Las gorras de béisbol y las gafas de sol son algunos de sus distintivos.
Otro de ellos es la exhibición de logos de marcas corporativas. Este es un punto importante porque las personitas que necesitan adornarse con símbolos “fashion” suelen tener problemas de personalidad. También puede tratarse de una muestra de conformidad, de lo agradecidos que están de ser esclavos del sistema capitalista. No dudan en pagar más por la marca, a pesar de que se convierten en hombre-anuncio sin sueldo. Negocio redondo.
Algunos de los lumpen en redes suelen ser desocupados que con 40 años todavía viven con sus padres.
Otros tienen trabajos como transportista, teleoperador, cajero, taxista, oficinista, construcción, etc. Creen vivir en “un mundo feliz” porque el fin de semana se van al centro comercial y compran algo de tela, cosida en países del Tercer Mundo.
Por supuesto, también hay personajes con trabajos mejor pagados (informáticos, ingenieros, contables, etc), pero rara vez ocupan el cargo correspondiente a su nivel académico. Estos suelen creer que están “por encima” de los asalariados corrientes aunque sus ingresos están abismalmente muy por debajo de los ricos, los ultrarricos, no digamos ya los megarricos.
El perfil del lumpen del siglo XXI se forma dentro de una charca que contiene siempre las mismas proteínas.
a/ suelen ser consumidores de videojuegos violentos donde el “Bien”, encarnado por Estados Unidos, siempre gana.
b/ parte de su “personalidad” se forja gracias a teleseries baratas donde muestran el fantástico modelo de vida occidental con risas de pote.
c/ suele ver los “informativos” de la TV o visita webs como Infobae o dos millones más del mismo estilo.
d/ los deportes, sobre todo los más bizarros, como el pressing-catch o el fútbol americano, le encantan.
e/ cree vivir en una democracia.
f/ por supuesto, su nivel intelectual y su capacidad crítica son inexistentes.
g/ le han dicho que un millonario ha forjado su fortuna debido a su “talento” y su “sacrificio personal” y se lo ha creído.
h/ también le han dicho que, si se esfuerza mucho, pero mucho, puede ser como Elon Musk.
i/ tiene verdadera devoción por toda la fauna farandulera, cantantes, actrices, modelos, etc. Encarnan todo aquello que él nunca llegará a ser.
j/ adora [a distancia] todos los objetos de lujo que no puede tener: joyas, mansiones, coches, yates, etc.
k/ el comunismo es malo y todos los regímenes que se oponen a Occidente también. Tienes suerte de vivir en una “democracia” como la nuestra.
l/ tú también puedes jugar al trading y aumentar tus ingresos, JAJAJA!!!
m/ los pobres son pobres por sus vicios y porque no quieren trabajar. Se vuelven socialistas porque creen tener derecho a que les den algo.
m/ tienes que agradecer a tu empresario que tengas un puesto de trabajo. Te está dando de comer.
n/ el lumpen del siglo XXI se pirra por las frases o eslóganes publicitarios en idioma anglosajón. Conecting people!
ñ/ los principios que rigen su vida son banalidad, mediocridad y superficialidad.
Para acabar, cabe decir que ninguno de los “opinólogos” liberales o de derechas de Quora es rico. Un rico tiene todo su tiempo ocupado. Tener mucho dinero equivale a estar siempre pendiente de mantener tu estatus. No hay tiempo para jugar en redes sociales.
En conclusión, el lumpen del siglo XXI, sea un parado, un tarado, un currante o un informático es un desgraciado que forma parte de la masa amorfa, pero adora a los ricos y famosos y desea, en vano, ser como ellos.
Nota final. No hay “liberales de izquierda”. Un liberal es siempre de derechas porque es partidario de un sistema económico donde unos pocos se reparten la riqueza, a costa del resto de la sociedad. El “liberal de izquierdas” se llama “progresista” y hoy por hoy ya no tiene nada que ver con la izquierda.